Noche.

Su último comentario no lo había escuchado muy bien, y por ello presté mucha atención a sus siguientes palabras, pues de seguro que diría algo.

- Pero la decisión ya está tomada, hace tiempo que decidí quedarme con vosotros y aquí estoy! Además, ya no soy tu jefe, antes lo dijiste! - levanté la vista poco a poco, viendo así que él había agachado la cabeza y ahora sonreí - Sería muy egoísta largarme y dejaros plantados, y ya sabes que yo no soy así...

- Cada uno tienes sus propios sueños Kaz... Y no es justo que alguien que podría hacerlos realidad no tuviese una oportunidad...

Sonreí.

- Pero no insistiré más que luego te marchas - le guiñé el ojo graciosamente.

Hubo un pequeño silencio y luego volví a hablar.

- Kaz, cuando quieras hacemos una escapadita a Japón... Conozco a alguien que quizás nos haga el favor de llevarnos en cuestión de segundos.

Mask DeMasque, ¿estaría bien?

- Kaz, cuando quieras hacemos una escapadita a Japón... Conozco a alguien que quizás nos haga el favor de llevarnos en cuestión de segundos.

Arqueé las cejas, gesto de sorpresa al escuchar esas palabras.. ¿Una escapadita a Japón? ¡Perfecto! Tenía ganas de echar un vistazo por allí para ver como estaban las cosas... el problema era que con la gira no teníamos tiempo para viajar hacia nuestro país para quedarnos algún día... primero debíamos acabar los conciertos para ganarnos unas vacaciones.

- No es mala idea... pero por muy rápido que sea el avión de ese conocido... Un par de días para ir y volver no nos lo quita nadie.

Era una lástima, pero le agradecía su preocupación, seguro que a ella también le hace ilusión el pasarse por Japón.

- No es mala idea... pero por muy rápido que sea el avión de ese conocido... Un par de días para ir y volver no nos lo quita nadie.

Se llevaría una grata sorpresa cuando supiera que podríamos estar en cuestión de segundos, pero bueno, los detalles se los contaría otro día, primero tendría que consultarlo con el portador de tal habilidad para no agobiar ni nada por el estilo, además, ¿qué tal estaría? Tendría que... ¿Cómo le encontraría? Espera ¡me había dado su dirección! La tenía apuntada en un papel dentro de una agenda.

- Pues claro que no - le respondí alegremente - Buf... empieza a hacer un poco de frío.

-Si... yo también estoy empezando a congelarme.

Apenas estaba abrigado, solo llevaba una simple camiseta y unos tejanos y allí arriba corría bastante aire. No quería resfriarse, y aun menos, que se resfriara Katsumi, aún quedaban unos pocos conciertos para acabar la gira y debían estar todos en plena forma.

- Si quieres podemos volver ya hacia el hotel. - Dijo echando un último vistazo hacia la ciudad de Venecia. - Acaba de disfrutar de estas vistas, cuando quieras volvemos con los demás. - Y la piedra empezó a brillar.

- Si... yo también estoy empezando a congelarme.

Un escalofrío recorrió por unos instantes todo mi cuerpo.

- Si quieres podemos volver ya hacia el hotel. Acaba de disfrutar de estas vistas, cuando quieras volvemos con los demás.

Miré nuevamente hacia todo Venecia, abrazando algo más fuerte a Kazuo. ¿Se sentiría solo cada vez que venía a ver un paisaje así de bonito? Seguramente siempre entraría en melancolía.

- Podemos volver ya si quieres, por hoy mi disfrute de las vistas ha terminado.

- Podemos volver ya si quieres, por hoy mi disfrute de las vistas ha terminado.

- De acuerdo. - Le respondí mientras empezabamos a levitar para descender desde lo más alto del campanario hasta el pié de ello.

Sujeté a Katsumi con seguridadhasta vovler a posar los pies al suelo de Venecia. Una vez abajo miré larededor para asejurarme que nadie nos había visto. Tras ello, empezé a caminar. Di unos pasos para girarme a Katsumi, me puse las manos a la espalda...

- ¿Vamos señorita? - Le pregunté como si de su mayordomo me tratase.

- De acuerdo - dijo entonces comenzando a descender.

Cuando pisamos tierra, miró hacia los lados algo preocupado, esperaba que no hubieran descubierto nada por mi culpa, porque sino.. Entonces sí que le perdería. Comenzamos a caminar y Kazuo que iba a unos pasos más por delante, se dio la vuelta y puso una postura cual mayordomo.

- ¿Vamos señorita?

- Eres tonto - reí - ¡Claro!

Caminamos hacia el hotel, llegando así hasta la puerta y comprobando que nuestros compañeros ya no estaba cenando, cosa que vimos cuando nos acercamos al ascensor para ir a nuestras habitaciones, que no eran las mismas pero sí que estaban en el mismo piso.

"Tutu-rutu..." Tarareaba mientras el ascensor se dirigía a nuestro piso.

Una vez llegamos al piso correspondiente dejé que Katsumi saliera primero para luego salir yo detrás y que la puerta del ascensor se cerrase luego.

Una vez llegamos a su habitación me paré para darle las buenas noches.

- Bueno, espero que hayas disfrutado con las vistas de allí arriba. - Sonreí. - Ya te llevaré a ver las de las próximas ciudades que visitemos.

Di un par de pasos hacia atrás aún mirandola, dirección a mi habitación.

- Buenas noches, Kat... descansa. - Levanté la mano para despedirme hasta la mañana siguiente.

Kazuo me acompañó hasta mi habitación.

- Bueno, espero que hayas disfrutado con las vistas de allí arriba. Ya te llevaré a ver las de las próximas ciudades que visitemos.

- Vale ¡que no se te olvide!

- Buenas noches, Kat... descansa

- Si te soy sincera, después del paseo no tengo mucho sueño, ¿tomamos algo? No he estrenado el minibar ahora que lo pienso

Bueno sí lo había hecho, con Fox, casi no me acordaba.

Aún no me había dado media vuelta para dirigirme a mi habitación cuando Katsumi me propuso tomar algo. Parecía que no estuviera muy cansada, el frío y el caminar le habrían quitado el sueño... Normal, a mí también me pasaba lo mismo, además, no era una mala idea echar un buen trago ahora para humedecer la garganta.

- Uhmm... - Me quedé pensativo durante unos segundos para reaccionar más tarde con una afirmación. - De acuerdo. - Acepté con un guiño de ojo.

Volví a recorrer los pasos que me separaban de la puerta de su habitación hasta llegar a la posición de la chica. Me puse las manos en los bolsillos y esperé a que abriese la puerta.

- Uhmm... - se quedó mirándome, pero finalmente respondió - De acuerdo.

Abrí la puerta en cuanto Kazuo se acercó a mí, entrando en la habitación y colocando la tarjeta en un lugar concreto que hacía como interruptor para la luz. Dejé la tarjeta ahí y Kazuo se encargó de cerrar la puerta. No tardé en descalzarme y comenzar a caminar en calcetines para luego ir hacia el minibar sacando así una cerveza de una marca bastante pija, normal por ser habitaciones como ésta, y luego saqué otra para mí, aunque de trigo que sabía más al grano del cual se obtiene. No estaba muy acostumbrada a tomarla pero... Bueno, estaba más acostumbrada a otros alcoholes.

Abrí las dos cervezas dejé la de Kazuo sobre el tocador para luego sentarme sobre el sillón curzándome de piernas, cual indio.

Bebí un largo trago.

- Buff... creo que lo necesitaba.

Entré después de la chica y cerré la puerta tras de mí. Me quedé allí plantado, observándola, se había quitado el calzado y se dirigió al minibar, allí, sacó un par de cervezas.

Tras sentarse ella fui a por la mía que me había dejado encima del tocador y al tenerla en mis manos me dirigí hacia el otro sillón donde me dejé caer de culo. En ese gesto casi se derrama un poco de cerveza por encima de mis ropas, aunque no me hubiera importado que pasara eso, total, el día siguiente llevaría muda limpia igualmente.

Pegué varios tragos, seguidos y rápidos.

-Aaaah... Que bien... - Lo necesitaba, tenía la garganta bastante seca del frío que hacia fuera y ese trago de cerveza me había dejado completamente refrescado. Agité un poco la lata, de izquierda a derecha, para saber la cantidad aproximada que quedaba dentro.

-¿Como se encuentra tu padre? ¿Has hablado hace poco con él? - Pregunté.

Kazuo parecía sentir lo mismo que yo, necesitábamos aquella cerveza.

- ¿Como se encuentra tu padre? ¿Has hablado ahce poco con él?

Mi padre...

- Hace tiempo que no hablo con él... sinceramente. Antes me llamaba cuando tenía un rato libre, pero... Si no me ha llamado hasta ahora es que no tiene casi tiempo libre, igual que yo. Le envío un mensaje de vez en cuando, pero rara vez me responde o simplemente me da un toque o me deja un mensaje directamente en el contestador confirmándome eso, que no tiene casi tiempo.

Bebí otro trago y eché la cabeza hacia detrás notando como aquel frío líquido bajaba por mi garganta.

Hace tiempo que no hablaba con mi padre, quizás debiese llamarlo cuando tuviera otro rato libre como éste. Claro que.. seguramente ahora mismo él no me cogería el teléfono. Dejé muchas cosas en Japón, bueno... Todo dejamos algo allí, el pub, los amigos, Aya dejó a Takumi, yo a mi padre... No iba a continuar, porque volvería a caer y no podía permitírmelo.

- Oye Kaz... ¿no se te hace a veces la habitación demasiado grande? - lo había comentado mirando hacia el techo y algo parecido a un susurro, no era tan bajito como un susurro pero igual de alto que el hablar normal.

Sí... creo que empezaba a odiar mi habitación, demasiado grande... demasiado sola.

Tenía la cabeza agachada mientras Katsumi me hablaba, no por falta de respeto, por que en sus palabras me transmitía su añoro y me hacía entristecer.

- Cuando volvamos ya le verás, seguro que coge unos días de fiesta para pasarlo contigo. - Sonreí para intentar animarla.

- Oye Kaz... ¿no se te hace a veces la habitación demasiado grande?

Me quedé un rato callado. La verdad es que si, en todos los hoteles que íbamos estábamos de lujo, con unas suits enormes, uno para cada uno... y si, era verdad que nos sobraba el dinero y nos lo podíamos permitir pero... había tanta pijotería...

- Si... - Afirmé también con la cabeza. - La próxima ciudad donde vayamos me iré a un Motel... ya se que son todos unos antros pero es más de mi estilo! .- Bromeé.

Comprimí la lata de cerveza cuyo contenido me acaba de beber para luego tirarla a la papelera y así aprovechar para coger otra cerveza más.

- Si... - dijo - La próxima ciudad donde vayamos me iré a un Motel... ya se que son todos unos antros pero es más de mi estilo!

Reí ligeramente, ese era Kazuo, siempre tan... liberal. Le vi levantarse y coger otra cerveza, a mí todavía me quedaba un poco, y me la estaba bebiendo demasiado rápido. Sin embargo tras aquel comentario no dije nada, me había quedado en silencio aún mirando el techo de aquella habitación. Repasaba mi vida, siempre tan... "tan" para todo. Había dejado muchas cosas y oportunidades detrás y todo por no atreverme nunca a dar yo misma el paso. Todavía había un asunto que quería zanjar desde hace mucho, pero tendría que esperar a volver a Japón para arreglarlo, bueno, al menos yo creía eso.

Me terminé con un último trago la cerveza y la tiré a la basura, dirigiéndome hacia la nevera para coger otra... Hoy ya daba igual. Aunque esta vez me acosté boca arria sobre la moqueta que cubría todo el suelo. ¿Por qué no cambiar?

- ¿Te apuntas?

Estaba contento. Me gustaba hacer reír a la gente y hacerles cambiar una expresión triste por una sonrisa y eso es lo que acababa de pasar con Katsumi.

Abrí la lata de cerveza, una igual que la que me había bebido hacía nada. La otra era para refrescar un poco la boca y la garganta... esta sería para tomar más tranquilamente y disfrutarla. Me apoyé en el tocador para empezar a saborear el amargo gusto de la cerveza mientras veía como Katsumi se servía otra... Acto seguido se tumbó en la moqueta, boca arriba.

- ¿Te apuntas?

La miré desde arriba con la lata en la mano. Y me tiré con cuidado al suelo, también boca arriba mirando el techo.

- ¿Sabes que?. - Hice un par de segundo de pausa. - Esta noche montaré en m habitación una tienda de campaña con las sabanas, para dormir al suelo...

Sí, lo haría, aunque a la mañana siguiente tuviese dolor de espalda por la incomodidad lo haría.

Kazuo se acostó junto a mí, en el suelo.

-¿Sabes que?. - al decir ésto giré mi rostro para observar el suyo - Esta noche montaré en m habitación una tienda de campaña con las sabanas, para dormir al suelo...

- Qué guay... - tenía entusiasmo, Kazuo siempre era así ojalá yo fuera así.

Creo que me estaba convirtiendo en una sosa.

Bebí otro trago más, dos cervezas al año no hacen daño ¿no? Volví a mirar hacia el techo, ¿qué pasaba? Supongo que empezaba a plantearme muchas cosas pero bueno. Empecé a entrecerrar los ojos, quizás debía tomarme la segunda cerveza con más calma.

- Qué guay...

- Ahá... - Afirmé al mismo tiempo que giraba la cabeza para mirar hacia el techo como hacía ella.

El silencio se hizo durante unos minutos, de vez en cuando echaba un sorbo a la amarga cerveza. Pensaba... ¿Como podía hacerlo? pondría los sillones espalda con espalda y entre ellos un espacio bastante amplio para tumbarse, las sabanas eran bastante grandes así que con unas pinzas ya podría apañárselas para hacer su niñerías y poder montar la cama que se le había ocurrido.

Cuando su mente volvió a la habitación, levantó un poco el torso, para poder ver el rostro de Katsumi.

- ¿Te duermes? .- La chica estaba cerrando los ojos poco a poco, quizás ya estaba entrando en sueño, la verdad es que ya era bastante tarde y quizás su compañera quería descansar. - Parece que estás cansada... quizás que vaya a mi cuarto y te deje dormir tranquila.

- ¿Te duermes? - dijo de repente Kazuo, cosa que hizo que dejara de mirar el techo, dejase de pensar y dejase de todo - Parece que estás cansada... quizás que vaya a mi cuarto y te deje dormir tranquila.

Negué con la cabeza y sonreí.

- No, no tengo sueño precisamente.

No tenía sueño, sólo un ligero mareo, para nada más.

- Pero si quieres irte, eres libre de hacerlo Kaz, no voy a retener tan grata compañia - sonreí mirándole.

Quizás él sí que estaba cansado.

¿No tenía sueño? Quizás se estaba aburriendo, o... no se encontraba bien, en tal caso, sería mejor que la dejase descansar. Me levanté para sentarme en el suelo como ella había hecho antes en el sillón, cruzada de patas como si de un indio se tratase.

- Pero si quieres irte, eres libre de hacerlo Kaz, no voy a retener tan grata compañia.

- Gracias por le cumplido, chica. - Sonreí. - Pero iré a mi habitación que tengo ganas de ponerla patas arriba!

Me puse en pié y miré hacia el suelo donde estaba ella.

-¿Te ayudo a levantar? .- Estiré mis brazos para ofrecer ayuda.

- Gracias por le cumplido, chica. - dijo - Pero iré a mi habitación que tengo ganas de ponerla patas arriba!

Le miré pero no dije nada, simplemente le devolví la sonrisa.

- ¿Te ayudo a levantar?

Se iba... se iba a ir. Bueno supongo que era normal.

- No.. puedo sola - me levanté como pude y dejé la cerveza sobre el tocador dirigiéndome hacia la puerta.

Miré hacia Kazuo.

- Hasta... otra.

Tal y como se levantó del suelo yo guardé mi ayuda. Dejé, también, mi lata sobre el tocador como hizo ella, aún quedaba algo de contenido pero daba igual, ya tenía suficiente.

Acto seguido me acompañó a la puerta la cual yo abrí. Tras pasar el umbral volví a girarme hacia ella.

- Hasta... otra.

-Uhm... Bueno, si quieres un lugar incómodo, cutre y con peligro a que a media noche se te caigan los cojines encima... ya sabes en que habitación estoy, pienso dormir en mi cama improvisada! - Reí para volver a callar al momento, no quería despertar a los residentes de las otras habitaciones.

- Uhm... Bueno, si quieres un lugar incómodo, cutre y con peligro a que a media noche se te caigan los cojines encima... ya sabes en que habitación estoy, pienso dormir en mi cama improvisada!

- Seguro que me lo paso mejor que estando en esta habitación tan aburrida - le guiñé un ojo.

Me di la vuelta y volví con la cerveza en mano para retirar la tarjeta de la luz y quedarnos en penumbra con la puerta entreabierta.

- ¿Entonces me invitas? - susurré riéndome ligeramente.

Vi que la chica no tardó en reaccionar a mi invitación, volvió dentro a por su cerveza y salió de la habitación retirando la tarjeta para quedarnos en penumbra.

- ¿Entonces me invitas?

- Claro. - Intenté poner cara seria. - ¿Acaso crees que alguien tan irresponsable como yo te dejaría descansar? - Estuve a punto de echar una carcajada pero me tuve que aguantar, en medio del pasillo... quizás despertábamos a alguien.

Pasamos por delante de varias puertas antes de llegar a la mía la cual, abrí con la misma tarjeta que tenía Katsumi para su puerta. Entré en la habitación, toda ordenada, y esperé a que la chica cerrase la puerta para quitar de un tirón las grandes y blancas sabanas que habían en la cama.

- Acomódate, yo construiré nuestro refugio nuclear. - Dije como si fuese un niño con ganas de jugar.

Arrastré un sillón por aquí y el otro por allá, entonces tiré la manta por encima de ellos, era suficientemente grande así que para amarrarlas, hice que los sillones las pisaran y quedasen tensadas. Coloqué un par de mantas bastante dobles en el suelo, para poder estar más cómodo que en la dureza de la moqueta.

- Listo. - Aparté un poco la sabana que colgaba, como si de la puerta se tratase, para ofrecer entrar.

Después de un último comentario por parte de Kazuo, fuimos hacia su habitación. Kazuo había retirado inmediatamente las sábanas blancas que se encontraban envolviendo su cama.

- Acomódate, yo construiré nuestro refugio nuclear.

Reí ligeramente y me senté cruzándome de piernas aunque no como antes, sino ahora como una señorita. Bebí un trago más observando como arrastraba los sillones y luego tiraba la manta por encima.

- Listo.

Me puse en pie y Kazuo apartó ligeramente la sábana, no tardé en ponerme a cuatro patas y comenzar a gatear hacia el interior, el cual estaba un poco en penumbra pero bueno no importaba, tampoco es que quisiese luz precisamente. Apoyé la espalda en uno de los sillonesy miré hacia los lados.

- ¡Ésto está genial! No te lo pierdas - le dije con entusiasmo pegándole luego otro trago a la cerveza - Aunque antes de entrar traete algo de beber y de picotear si te apetece, que luego sino tendremos que salir del super refugio nuclear.