Una llamada para una cita [Noche del 21 y día 22]

Entonces, antes de brindar Kazuo dejó la copa sobre la mesa y comenzó a rebuscar algo en... No sabía muy bien donde pues Hitomi no alcanzaba a verlo exactamente. Sin embargo luego se sorprendió pues parecía ser algo para ella.

- Ehm... T-te he traído esto para ti...

Tras sus palabras tímidas le entregó una pequeña púa. Hitomi entreabrió los labios sorprendida.

- Me dijiste que te hubiese gustado ir al concierto en Roma pero no pudiste... Así que me gustaría regalarte esto, es la que utilicé en el concierto y no pude regalarla a nadie del público... - dijo entonces sonrojándose y haciendo que ella también se sonrojara aunque más leve que Kazuo - Ya sé que solo es una púa... pero no se, para mi tiene valor, es la primera que utilizo en una gira mundial...

Hitomi abrió su palma para que Kazuo depositara la púa ahí. Sonrió tímidamente y cuando la tuvo sobre su palma cerró ésta con fuerza y cerrando los ojos para luego abrirlos. La cogió cuidadosamente entre el dedo índice y pulgar y luego miró aún sonrojada a Kazuo.

- Gracias, me siento muy afortunada por tenerla, ha sido todo un detalle.

Volvió a coger la copa suavemente y carraspeando ligeramente notando sus mejillas arder ligeramente, desvió la mirada unos instantes y luego la centró nuevamente sobre Kazuo.

- Por que los detalles no cesen durante el día - dijo tímidamente pero con una sonrisa.

Tenía la copa alzada y esperaba que estaba vez sí que brindasen.

Bien por ti, Kazuo, parece que arregló la situación, pues a la chica le gustó el pequeño detalle. Hizo bien en no lanzar la púa hacia los fans como suele hacerse al acabar los conciertos... más que nada, no lo hizo porque le hacía ilusión guardarla como recuerdo además de que tampoco vio que lo hicieran sus compañeros.

- Gracias, me siento muy afortunada por tenerla, ha sido todo un detalle.

El chico se tranquilizó bastante al ver que, realmente, a la chica le gustaban los detalles, por muy pequeños que sean, pues él era una persona que, de vez en cuando, solía hacer detalles.

- Por que los detalles no cesen durante el día

Cogió la copa y la alzó para brindar con ella.

- De acuerdo, por que los detalles no cesen. - Repitió con una sonrisa acercando su copa a la que tenía la chica en mano.

- De acuerdo, por que los detalles no cesen.

Chocaron sus copas y le dieron un sorbo al vino. Hitomi lo saboreó, no es que le encantara pero tampoco iba a descpreciarlo, además era un buen vino. No pasó mucho tiempo cuando sirvieron el primer plato que se acabó enseguida por lo poco que les había servido, pues lo que habían pedido era algo tipo cabiar. Sin embargo, no tardó en llegar lo segundo que era como unas brochetas de pescado, con un poco de pasta italiana y una rodaja de naranja.

- No es muy italiano... Pero hay tiempo para probar unos verdaderos platos italianos, no te preocupes.

Le dio un sorbo al vino saboreándolo, no era algo que le apasionara pero para acompañar la comida no estaba mal, le daba un toque de... clase. El primer plato fue algo breve, había poca cantidad, por suerte el segundo plato llegó nada más acabar el primero. Este ya fue algo diferente, pues el pescado le gustaba bastante a Kazuo.

- No es muy italiano... Pero hay tiempo para probar unos verdaderos platos italianos, no te preocupes.

Ella era la que sabía y que, de seguro, hubiese escogido algo más... italiano. Pero bueno, Kazuo comía a gusto.

- Ahá. - Afirmó ante la palabras de la chica. - La próxima vez te tocará escoger a ti. - Añadió levantando la copa de vino para echarle un trago.

- Y dime, Hitomi, ¿Viviste mucho tiempo en Japón? .- Preguntó interesándose por la chica, acto que demostraba que le gustaría conocer más sobre ella.

- La próxima vez te tocará escoger a ti.

- Descuida - dijo con una sonrisa.

- Y dime, Hitomi, ¿Viviste mucho tiempo en Japón? .

Hitomi se quedó mirándole y luego sonrió mientras se colocaba la servilleta sobre su regazo para no mancharse así el vestido y seguidamente cogió los cubiertos.

- No, no mucho. Cuando mi madre se quedó embarazada vino a vivir aquí con mi padre, no sólo por el embarazo sino porque querían casarse - explicó - Pero eso fue hace mucho tiempo. He conservado el idioma gracias a mi padre, el cual sabía japonés antes de conocer a mi madre... Y no quiere que pierda las costumbres de casa así que supongo que has tenido suerte.

Cogió un cachito de pescado y se lo llevó a la boca.

- [color=#72BBD3¡Hum! ^^ Está muy rico.[/color]

Kazuo observó como Hitomi se colocaba la servilleta sobre el regazo para no mancharse el vestido mostrándose así una chica limpia y cuidadosa.

- No, no mucho. Cuando mi madre se quedó embarazada vino a vivir aquí con mi padre, no sólo por el embarazo sino porque querían casarse - explicó - Pero eso fue hace mucho tiempo. He conservado el idioma gracias a mi padre, el cual sabía japonés antes de conocer a mi madre... Y no quiere que pierda las costumbres de casa así que supongo que has tenido suerte.

El chico estuvo atento a cada palabra que le decía.

- Me alegro que tu padre te ayudase a mantener el idioma, gracias a ello ahora podemos comunicarlos perfectamente. - Sonrió. - Pero aparte de eso, el japonés es un idioma bastante bonito, igual que el país. - Al menos esa era la opinión de Kazuo. - Aunque hay lugares que la acumulación de gente agobia mucho... pero si puedes pillar un lugar tranquilo... es precioso.

Se llevó otro trozo de pescado a la boca.

- ¡Hum! ^^ Está muy rico.

- Vaya. - Afirmó con una sonrisa.

Poco a poco los dos platos se fueron vaciando hasta quedar solo algo de la salsa que acompañaba el pescado. Kazuo dejó los cubiertos, en paralelo, encima del plato, mostrando así que la comida le había gustado. Cuando Hitomi también acabó de comer, no tardó en venir el camarero para recoger los platos y traer la carta de postres. Kazuo dejó que Hitomi fuese la primera, al menos, que escogiera ella el postre.

- ¿Que te apetece de postre?. - Preguntó.

Kazuo afirmó con una sonrisa y ambos siguieron comiendo no tardando en terminar su plato. Cuando acabaron, Hitomi tomó un sorbo de vino y dejó los cubiertos sobre la mesa. Sin embargo no tardó en aparecer el camarero llevándose así los platos y tendiéndoles la carta de los postres.

- ¿Que te apetece de postre?.

- ¿Algo italiano? - sonrió.

Comenzó a mirar pues la carta y luego le señaló al camarero el postre pero sin decirlo en voz alta para que Kazuo no se oliese nada, quizás conocía el nombre aunque sólo ligeramente, y no quería fastidiar la sorpresa.

[FDI: http://www.recetascomidas.com/imagenes_recetas/3941ad8765.jpg]

- ¿Algo italiano? - preguntó con una sonrisa en la cara a lo que Kazuo respondió con un si.

Hitomi señaló el postre al camarero para que el chico no se enterase de lo que pedía, a Kazuo no le importó, dejó que su elección fuese también la suya haber como le sorprendía.

El camarero hizo un gesto de afirmación con la cabeza ante la elección de la chica y se fue a buscarlo. Kazuo se la quedó mirando, pensativo pero con uan tímida sonrisa en el rostro, ¿que sería lo que habría pedido? No tardaría en saberlo puesto a que, el mismo hombre que les llevaba sirviendo durante toda la comida, no tardó en llegar con el postre.

Delante tenían un plato con unos buñuelos rellenos de nata y con chocolate por encima. A Kazuo se le hizo la boca agua, pues tenía una pinta deliciosa. Alternó la vista entre el plato y la chica.

- Eres increíble, seguro que es la mejor elección que podías hacer ^^. - Dijo con cara de felicidad y acercando el plato, caballerosamente, hacia Hitomi para que fuese ella la primera en comer.

El postre no tardó en aparecer. Un plato con unos buñuelos rellenos de nata y bañados en chocolate. Esperaba que le gustasen aunque a juzgar por su expresión, se diría que sí.

- Eres increíble, seguro que es la mejor elección que podías hacer ^^.

- N-No es para tanto... - comentó algo cortada viendo como Kazuo le extendía el plato.

No tardó en suspirar avergonzada, tomando entonces el tenedor por el mango y cogiendo un poco de aquel delicioso postre, no tardando en degustarlo. Sonrió.

- Está muy bueno, no esperes más ^^.

- Está muy bueno, no esperes más ^^.

Después de esas palabras Kazuo agarró el tenedor y tras pinchar uno, se lo llevó a la boca. Estaba exquisito, suficiente dulce para el gusto del chico al que le apasionaban estas cosas como la nata y el chocolate.

Comieron los dos a partes iguales cosa que hizo que el postre desapareciera en poco tiempo. Ahora ya habían acabado, al menos Kazuo que había comido suficiente y bien.

No tardó en pedir la cuenta al camarero, la cuál no tardó en llegar sobre la típica bandeja. Kazuo pagó con un par de billetes en los cuales también incluiría la proponia.

- Cuando quieras salimos a dar un paseo por donde tu desees. - Ofreció a la chica mientras veía como el camarero recogía la paga para ir a cobrar.

Devoraron mútuamente el postre y Kazuo acabó por invitarla como había dicho anteriormente. Se quedó algo rascada pero por ahora no diría nada.

- Cuando quieras salimos a dar un paseo por donde tu desees.

- De acuerdo.

Se levantó y salió junto a Kazuo de lugar, pasando por un pequeño puente. No tardaron en llegar a donde quería Hitomi. Descendieron unas escaleras y contemplaron unas góndolas. Se sonrojó tímidamente y le pagó al gondolero antes de que lo hiciese Kazuo. El tipo le ayudó a subir en la góndola y cuando se sentó miró a Kazuo.

- Vamos ^^.

Tras salir del lugar empezaron a caminar. Kazuo seguía a la chica, ella era su guía y quien se sabía mejor la ciudad de los dos.

Para la sorpresa de Kazuo, Hitomi le llevó cruzando un puente hasta las góndolas donde ella pagó para que subieran. El chico subió sin poner ningún tipo de contradicción, podría ser bonito dar una vuelta en góndola, además, en todo el tiempo que levaba aquí y aún no había montado en ninguna siendo estas la principal atracción, por decirlo de alguna manera, de la ciudad.

- Vamos ^^.

Le invitó Hitomi a subir a lo que le no se negó. Con una sonrisa en la cara se sentó al lado de la chica a lo que la góndola empezó a moverse, pues el hombre que les acompañaba, el gondolero, empezó a remar.

Kazuo se sonrojó bastante ya que estaba muy cerca de la chica y los dos arriba de una góndola, algo que él nunca se hubiese imaginado...

- Nunca había subido a una de estas... - Miró a la chica intentando empezar una conversación. Ahora debían disfrutar del viaje.

Kazuo aceptó sentándose junto a ella. Hitomi miraba entusiasmada hacia un lado mientras en gondolero comenzaba a remar con una especie de pértiga negra.

- Nunca había subido a una de estas...

Cuando Hitomi se giró hacia Kazuo para seguir hablando con él, se dio cuenta de que se había sonrojado. Se quedó algo sorprendida pero no lo llegó a exteriorizar del todo, simplemente sonrió de forma alegre.

- Siempre hay una primera vez para todo - comentó.

Volvió a girar su rostro hacia otra parte, pues era cierto que podía ponerse un poco nerviosa, no sólo por la cercanía sino también porque el mismo chico tenía impreso su vergüenza en las mejillas. Suspiró para calmarse y luego volvió a mirarle. Y fue cuando pasó, no logró decir nada se quedó simplemente así... mirándole.

- Siempre hay una primera vez para todo - comentó.

Kazuo la miró mientras le decía esas palabras y luego, Hitomi, desvió la mirada. El chico hizo lo mismo, su mirada se centró en lo que les rodeaba, el canal por donde navegaban, los turistas que, desde arriba del puente, miraban curiosos las góndolas...

Al final acabó por relajarse, pues había bastante tranquilidad y al fin y al cabo no tenía motivo por ponerse nervioso, bueno sí, que le gustaba bastante...

Aún con la vista perdida por el hermoso canal, notó como la chica le miraba, él se giró hasta encararla, esperando a que dijera algo, cosa que no hizo. Como reacción, Kazuo le sonrió. Quizás ella esperaba a que le dijera algo... pero él no sabía el qué, por l oque también se la quedó mirando, sin decir nada.

Kazuo también giró la vista y se quedó mirándola. Hitomi entonces se encogió de hombros algo sorprendida y giró suavemente la cara tras la sonrisa del chico. Miró al gondolero el cual parecía pisparse de todo y a la vez de nada. Éste remaba muy tranquilamente por lo que todo era estupendo.

- Kazuo... ¿A dónde quieres ir luego? Y no me digas que te da igual... ¿Nunca has querido ver algo en concreto de Venecia?

- Kazuo... ¿A dónde quieres ir luego? Y no me digas que te da igual... ¿Nunca has querido ver algo en concreto de Venecia?

Kazuo se quedó pensativo, mirando hacia las afueras del canal... ¿A dónde quería ir? Pues si que había algo en concreto que quería visitar... más que visitar, cruzar. Y no tardarían mucho en cruzarlo, no, pues la góndola donde iban montados seguía el rumbo para pasar por debajo del puente de los suspiros. El chico levantó la mano señalando de lejos.

- Mira, tengo entendido que ese es el puente de los suspiros, ¿verdad? .- Preguntó a la chica mientras se iban acercando cada vez más y más. Aún así, Kazuo había escuchado hablar de un museo bastante famoso que se encontraba en cierto edificio.

- Podríamos ir a visitar el museo de Ca d'oro... seguro que tu ya sabes toda la historia que tiene dentro. - Admiró a la chica.

- Mira, tengo entendido que ese es el puente de los suspiros, ¿verdad?

Kazuo había levantado la mano y señalado a, efectivamente, el puente de los suspiros.

- Podríamos ir a visitar el museo de Ca d'oro... seguro que tu ya sabes toda la historia que tiene dentro.

Hitomi asintió felizmente con la cabeza y admiró alquel puente de los suspiros, aunque evitando echar uno o quedaría demasiado evidente o quizás ridículo. Aunque en lo último, Kazuo no tenía razón.

- Aunque te parezca extraño, todavía no he ido a ese museo. Así que en cuanto lo estudio, te llamaré e iremos luego juntos. ¿Te parece? Ahora... podemos dar un paseo, andando, si quieres.

- Aunque te parezca extraño, todavía no he ido a ese museo. Así que en cuanto lo estudio, te llamaré e iremos luego juntos. ¿Te parece? Ahora... podemos dar un paseo, andando, si quieres.

Hitomi rechazó la propuesta de Kazuo pero fué algo que no le importó, pues si ella prefería ir en otra fecha él estaría más que de acuerdo.

Propuso dar un paseo, andar un poco. No estaría nada mal, así podrían ir a su ritmo y charlar con tranquilidad, conocerse mejor el uno al otro, tomar un helado... cualquier cosa que se pudieran encontrar.

- Perfecto. - Afirmó el chico con una sonrisa.

No tardaron en llegar al final de su viaje en góndola. Kazuo bajó antes de la pequeña barca para ayudar a Hitomi a salir tendiendole la mano.

- ¿Vamos? ^^

- Perfecto - respondió con una sonrisa en los labios Kazuo, ante la propuesta de la chica.

Ésta tambien sonrió como respuesta a la reacción del guitarrista. No tardaron en llegar a "puerto", descendiendo así el ritmo de la góndola y llegando a su destino, acabando así el paseo agradable. Kazuo fue el primero en bajarse para luego de forma educada, tenderle la mano a Hitomi.

- ¿Vamos? ^^

Hitomi asintió con la cabeza, aceptando la mano de Kazuo para salir finalmente de la góndola. Se fijó en el enlace momentaneo entre sus manos, pero finalmente optó por soltarla. Comenzaron a caminar por Venecia, divisando tiendas de ropa y alguna que otra cristalería, aunque no habían pocas precisamente en toda Venecia. Hablaban de temas totalmente triviales como que tal estaba el tiempo, que poca gente había por las calles y poco más...

La chica se sentía rara ¿por qué no se le ocurría ningún tema de conversación? Acabaron pasando por un parque y Hitomi se paró en frente de la entrada.

- ¿Quieres que nos sentemos un rato? ¿O seguimos paseando por el parque? ^^

Llevaban un rato paseando por la ciudad sin visitar nada en concreto, hablaban de sus cosas cuando llegaron a un parque donde Hitomi propuso de sentarse en un banco, aunque también tenían la opción de continuar paseando por el parque.

- ¿Quieres que nos sentemos un rato? ¿O seguimos paseando por el parque? ^^

- Sentemos un rato. - Decidió Kazuo, porque, a pesar de ir con paso tranquilo, ya llevan caminando un buen rato.

No tardaron en divisar un banco solitario, a la sombra de un árbol y, sin pensarlo dos veces, se dirigeron a él para sentarse allí. Kazuo se acomodó con los brazos apoyados al respaldo. Se quedó un rato en silencio, contemplando el parque hasta que su vista se posó sobre la chica.

- El mes que viene nos toca viajar a Francia... tenemos concierto en París y alrededores. - Explicó.

- Sentémosnos un rato.

- De acuerdo.

No caminaron mucho más hasta ir hasta un banco al cual cobijaba un árbol y su sombra. Kazuo se sentó con ambos codos apoyados en el respaldo del banco quedando así sus brazos plegados (-.-).

- El mes que viene nos toca viajar a Francia... tenemos concierto en París y alrededores.

Hitomi giró al vista hacia el chico.

- ¿Ah sí? A lo mejor coincide cuando yo también estoy en París, si es así, iré a verte... Bueno, si es que puedo... Porque seguramente la seguridad para verte será bastante alta o bueno... Quizás cuando tengas un día libre como hoy, si lo tienes claro - comentó.

- ¿Ah sí? A lo mejor coincide cuando yo también estoy en París, si es así, iré a verte... Bueno, si es que puedo... Porque seguramente la seguridad para verte será bastante alta o bueno... Quizás cuando tengas un día libre como hoy, si lo tienes claro - comentó.

El chico se sorprendió bastante ante las primeras palabras, pues no sabía que ella también viajaría a París. Dejó de apoyarse de tal manera para poder girarse hacia ella.

- No sabía que también viajabas. - Respondió con una sonrisa, pues eso le alegraba. - Si quieres venir a verme... estás invitada, ya te conseguiré entradas VIP para que tengas acceso hacia nosotros.

Tras una sonrisa volvió a acomodarse en el banco, con la vista hacia delante contemplando el parque.

- Y... - Dijo algo más tímido. - Ya conseguiré algún día libre para pasarlo contigo... como hoy... - Los mofletes se le sonrojaron ligeramente.

- No sabía que también viajabas. - dijo tras girarse hacia ella - Si quieres venir a verme... estás invitada, ya te conseguiré entradas VIP para que tengas acceso hacia nosotros.

- Vaya.. gracias ^^.

- Y... - añadió bajando ligeramente el tono - Ya conseguiré algún día libre para pasarlo contigo... como hoy...

Hitomi se giró algo sorprendida, mirando así a Kazuo el cual se había sonrojado ligermaente y de una manera muy mona ante los ojos de la chica. No tardó en sonreir tímidamente también y desviar la vista.

- Me alegra oir eso... ^//^

Volvió también la vista al frente y se quedó en silencio algo cortada... Dándose cuenta de que no era un paseo "normal y corriente".

- Me alegra oir eso... ^//^

Llevaban un buen rato en el parque, sentados en un banco bajo la sombra de un árbol. Una suave brisa recorrió por delante suyo durante unos breves segundos de silencio. Después, el chico volvió a abrir la boca.

- ¿Te gustaría ir a tomar un helado? .- Preguntó a Hitomi.

Era ya media tarde y, como de costumbre, a Kazuo se le antojaba algo dulce para merendar, además, tenía entendido que los italianos también eran buenos artesanos con el helado... no estaría mal ir a tomar alguno.

- ¿O quizás prefieres ir a tomar otra cosa? . - No podía descartar la idea de que a ella no le gustara el helado... aunque pensando en el postre que había pedido dudaba mucho que no le gustara el helado.

Tras un largo silencio, éste acabó rompiéndose gracias a Kazuo.

- ¿Te gustaría ir a tomar un helado? - preguntó - ¿O quizás prefieres ir a tomar otra cosa?

Hitomi negó con la cabeza.

- No tranquilo, tomemos ese helado.

Se levantó y se colocó el pelo al igual que el vestido. Miró hacia Kazuo y éste también se levantó colocándose a su lado. Ambos comenzaron a caminar hacia la primera heladería que encontrasen y aunque tardaron más de lo previsto, acabaron por dar con una. Hitomi entró con una sonrisa amable en sus labios y apoyó ligeramente el dedo sobre la vitrina, señalando así el helado que quería para que la chica se lo sirviese. Kazuo no tardó en pedir también el suyo y ambos se fueron con helado en mano tras pagar.

No se había fijado en el sabor que había escogido Kazuo, ella sin embargo lo había pedido de pannacota, mucha nata y azúcar... Una vez al año no hace daño, o eso dicen, además era muy golosa aunque no lo pareciese a simple vista.

- ¿De qué es tu helado Kazuo?