Una visita algo inesperada [Día 1 de Junio] Kazuo

Había pasado "escasos" días, eso era cierto... Pero aún así, ya le estaba echando de menos. Hitomi salía a pasear como siempre, incrementando sus estudios mientras paseaba y observaba monumentos y museos, entre ellos el que le había dicho a Kazuo que primero miraría antes de presentárselo debidamente. Sin embargo, hoy se había levantado de forma distinta, y tenía la valentía por delante. Había desayunado fuerte y tras abrir las cortinas blancas que decoraban su habitación descubrió que hacía un día realmente deslumbrante, por lo que no esperó más en ponerse un bonito vestido verde que le llegaba por las rodillas para luego calzarse con unas sandalias que decoraban con sus tiras las piernas de la chica hasta mitad del gemelo. Un bonito gorro a juego decoraba el cabello negro y sedoso de la chica. No tardó en salir de su casa con un pequeño bolso de mano y una cámara de fotos.

Primero se fue hacia una plaza viendo lo hermosa que estaba y comenzó a sacar fotos a aquellas palomas que posaban en el sol. Pero entonces, caminando y caminando luego, divisó el hotel en donde se alojaba Kazuo. Quizás no la había llamado aún porque no quería verla, pero... ¡No! No podía tener esos pensamientos tan negativos, por ello se los quitó de la cabeza negando con ésta y fue con pasos tímidos e inseguros hasta el lugar. En recepción preguntó por él y acabó por subir en el ascensor algo nerviosamente. ¿Qué diría al verla? Cuando el ascensor llegó al piso, salió de éste y comenzó a buscar la habitación del chico, la cual tenía apuntada en un trozo de papel que le habían dejado en recepción. No tardó en encontrar la puerta y quedarse unos diez minutos frente a ésta.

Respiró hondo y tocó.

- Ña... - Refunfuñó con los ojos cerrados. Aún estaba tirado en la cama, durmiendo, o almenos intentándolo pues alguien había tocado a la puerta y le acababa de despertar.

- Aún es muy temprano, Adriaaan. - Continuaba refunfuñando, pues él pensaba que era la mánager quien estaba tocando a su puerta. - Déjame dormir un poquito máaaas. - Pedía.

Se fue levantando poco a poco de la cama, con movimientos lentos mostrando así su holagazanería y los ojos entreabiertos. Se dirigió a la puerta vestido con unos simples pantalones de chándal que utilizaba siempre para dormir, descamisado, pues en esa época hacía un buen clima y por las noches no pasaba nada de frío. Cuando estuvo delante de la puerta, no se lo pensó dos veces antes de abrir, pues si no era Adrian sería alguno de sus compañeros, entonces le dejaría la puerta abierta para que entrase y él volvería hacia la cama para tirarse en ella.

Para su sorpresa, cuando abrió la puerta, no se encontró a nadie que esperase. Sus ojos entreabiertos se acabaron de abrir de golpe, sus músculos relajados se tensaron e hicieron que su pusiera firme, su cara de sorpresa se quedó mirando a la chica.

- Eh... - No sabía que decir, pues en su rostro, aparte de sorpresa al verla, se dibujó una sonrisa de felicidad acompañada de un suave tono rojizo en sus mofletes.

Sus manos jugueteaban nerviosas mientras deseaba en cierto modo que la puerta se abriera como que no se abriera. Oyó como unos pasos se acercaban a la puerta, ¿y si se había equivocado de puerta? ¡Menuda vergüenza! Estuvo apunto de darse la vuelta y echar a correr hacia el ascensor para luego apretar el botón desesperadamente, pero en lugar de eso, sus pies se quedaron clavados en el sitio esperando a que la persona de la habitación abriera la puerta de una vez. No pasaron muchos segundos tras este pensamiento cuando la puerta comenzó a abrirse lentamente.

Cabellos violetas despeinados, torso al descubierto, un pantalon de chandal que le quedaba realmente sexy y ojos medio dormidos. Sin embargo, pronto la expresión de Kazuo cambió totalmente, llegando a sorprenderse bastante al igual que Hitomi por verle de esa manera, por ellos ambos se sonrojaron suavemente. Hitomi desvió la mirada.

- B-Buenos días

Hitmo desvió la vista, al verle, con un suave color rojizo en las mejillas.

B-Buenos días

- ¡Buenos días!. - Exclamó el chico tras unos segundos de silencio, pues estaba muy sorprendido por esa visita, pero al mismo tiempo, estaba alegre, contento de volverla a ver.

Kazuo miró dentro de su habitación, no sabía si invitarla a pasar o no... pero al final optó por apartarse de la puerta y cederle paso hacia dentro, tampoco estaban tan desordenado ese cuarto y no había nada comprometido.

- Adelante, pasa pasa, no te quedes ahí en la puerta. - El guitarrista se dirigió hacia una silla que se encontraba cerca de la cama, donde tenía algo de ropa. Cogió una de la camisetas que se encontraban encima de dicha silla y se la puso.

- ¿Y que te trae por aquí? . - Preguntó. - Me ha alegrado mucho tu visita... - Añadió con timidez.

Kazuo acabó por saludarle de forma sorprendida, aunque se le notaba que estaba agradecido ante la visita. Hitomi sonrió tímidamente cuando la invitó a pasar pero finalmente entró con pasos cortos, pero entró. Se sentó en la silla que Kazuo le había indicado y observó como éste se ponía la camisa aunque cuando hizo el movimiento para coger la camisa de la cama, desvió sus ojos de su cuerpo, pues se ponía muy nerviosa al mirarle.

- ¿Y que te trae por aquí? - preguntó entonces Kazuo.

" Adivina... "

- Me ha alegrado mucho tu visita...

- A-Ah... Estaba dando una vuelta - se apresuró en responder - Y entonces vi el hotel y dije, ¿por qué no saludar a Kazuo? ^^U

En realidad se había pasado por allí porque temía el no verle más, pues se había enterado de que pronto tendría otro destino en su gira, una gira a la cual estaba invitada como público, aunque tampoco quería recordárselo por si quedaba de aprovechada, aunque no fuese para nada así.

- A-Ah... Estaba dando una vuelta. - Respondió - Y entonces vi el hotel y dije, ¿por qué no saludar a Kazuo?

El chico sonrió. Estaba contento de recibir su visita, de saber que había pensado en él y que, además, se había interesado en volverle a ver. Kazuo se sentó en la cama, frente a ella para poder charlar un rato. Le gustaría invitarla a comer pero hoy no podía ser, pues justo después de comer debía partir junto al grupo hacia Francia, donde continuaban su gira.

- Me gustaría invitarte a comer y volver a repetir la cita del otro día, pero hoy no podrá ser... - Explicó algo apenado. - Tengo que irme junto al grupo a Francia, es el siguiente destino en nuestra gira. - Se quedó un rato en silencio, luego preguntó. - ¿Y tú? ¿Cuales son tus planes? ¿Estás muy atareada con los estudios? - A él le gustaría invitarla a venir a Francia, a que asistiera a sus conciertos... para poder volverla a ver... pero antes necesitaba saber que tenía pensado hacer ella, cual era su futuro plan.

Kazuo se había sentado en la cama, frente a Hitomi para que los dos quedasen a la misma altura y pudieran mantener una conversación.

- Me gustaría invitarte a comer y volver a repetir la cita del otro día, pero hoy no podrá ser... - explicó denotando cierta pena que le llegó enseguida a Hitomi - Tengo que irme junto al grupo a Francia, es el siguiente destino en nuestra gira. - se quedó unos segundos en silencio y luego volvió a dirigirle la palabra a la chica de cabellos oscuros que se habia quedado en silencio ante la noticia del pelivioleta - ¿Y tú? ¿Cuales son tus planes? ¿Estás muy atareada con los estudios?

- La verdad es que no lo estoy tanto como creía. Sé más de lo que debería saber en ciertos campos - confesó encogiéndose ligeramente de hombros con una sonrisa.

Desvió la vista unos segundos y luego volvió a mirarle.

- ¿A qué hora te vas? - preguntó.

En realidad quería preguntarle sobre ella, sobre si quería que fuese a verle a aquel concierto, pero quizás no lo vio apropiado, pues a lo mejor quedaba algo egoista por su parte. Además ahora mismo estaba preocupada por no verle más, sentía que le había sabido a poco, como si una oportunidad se le estuviese alejando de sus manos poco a poco.

- La verdad es que no lo estoy tanto como creía. Sé más de lo que debería saber en ciertos campos - Explicó. Kazuo se interesó por ello, pues con esas palabras se mostró una chica aplicada.

Desvió la vista unos segundos y luego volvió a fijarla sobre el chico.

- ¿A qué hora te vas? - Preguntó.

- Sobre las dos y media tenemos que estar en el aeropuerto - Puso las manos encima de sus piernas y empezó a frotar estas bastante nervioso. - Quizás sea un poco precipitado pero ... ¿Te- Te... gustaría venir conmigo? . - Bajó la vista con timidez. Si, era muy precipitado, la conocía de hace muy poco y había pasado con ella pocas horas, pero, Kazuo era así. - Bueno, ya sabes que estás invitada a nuestro próximo concierto. - Le recordó. Se armó con un poco de valor y levantó la vista, con una sonrisa.

- Sobre las dos y media tenemos que estar en el aeropuerto - respondió entonces a la pregunta de Hitomi el pelivioleta.

La chcia miró algo extrañada el comportamiento de Kazuo pues parecía estar poniéndose algo nervioso dado el gesto que estaba haciendo los las manos sobre sus rodillas, lo que hizo que ella también se pusiera nerviosa pero internamente.

- Quizás sea un poco precipitado pero ... ¿Te- Te... gustaría venir conmigo? .

Las mejillas de la chica en ese momento se sonrojaron dejando ver un rostro cual muñeca de porcelana aunque afortunadamente, Hitomi no era tan pálida. ¿Ir con él? ¡Pues claro que quería! Kazuo había desviado la vista y ella también a pesar de saber que él no la estaba mirando. Sin embargo cuando Kazuo levantó la vista suavemente no pudo evitar hacerlo también y conectar ambas en una sola mirada y una pequeña sonrisa.

- Bueno, ya sabes que estás invitada a nuestro próximo concierto - añadió entonces quitándole un poco de "hierro" al asunto.

- Y-Ya... - dijo algo cohibida.

¿Ella en París? ¿Podría ver la torre Eiffel? No quería perdérselo, y por supuesto, tampoco quería no volver a ver a Kazuo, aunque sabía que en su próxima gira no podría acompañarlo pues no disponía de dinero para ello aunque fuera lo que más desease. Sonrió suavemente y asintió tímidamente con la cabeza.

- I-Iré ^^ - contestó - Seguro que sonáis de maravilla

- Y-Ya... - Dijo algo cohibida.

Kazuo paró atención a sus palabras esperando una respuesta afirmativa a la propuesta que le había hecho antes, se empezaba a relajar, poco a poco, pues él ya había soltado la propuesta y ahora ella era quien tenía que decidir si querría o no acompañarle.

- I-Iré ^^ - Respondió - Seguro que sonáis de maravilla

Con solo escuchar la palabra "iré" al chico se le dibujo, al instante, una gran sonrisa de alegría en el rostro. Apretó fuerte sus manos encima de sus rodillas para aguantar la emoción pero le fue imposible, se lanzó encima de la chica para darle un fuerte, pero a la vez suave, abrazo como agradecimiento. Le acababa de alegrar el día, no no, le acababa de alegrar la gira.

Se puso en pie frente a la chica con las manos apoyadas en la cintura. La miró con cara feliz.

- ¿Quieres tomar algo? ¡Yo aún no he desayunado! . - El chico desprendía felicidad por todas partes.

Hitomi sonrió poco a poco al ver la reacción de Kazuo, primero él había sonreído, cosa que le gustó bastante y luego había ejercido más fuerza de lo normal en sus rodillas como si estuviera muy contento. Las mejillas de la chica se sonrojaron tenue y suavemente por aquella reacción que tanto le gustaba. No obstante, la cosa no acabó para nada ahí. El chico se lanzó casi literalmente hacia Hitomi abrazándola así de buena gana. Ella dio un respingón y notó como sus mejillas ardían prácticamente. Había hecho los brazos hacia arriba también para abrazarle, pero se lo estaba pensando tanto que cuando se dio ánimos y fuerzas, Kazuo ya se estaba separando de ella hasta colocarse en frente y ponerse con los brazos en jarra mirándole muy contento.

- ¿Quieres tomar algo? ¡Yo aún no he desayunado!

Hitomi se quedó mirándole muy perpleja pero finalmente reaccionó asisntiendo nerviosamente con la cabeza.

- Hm - murmuró afirmativamente - S-Sí claro q-que sí.

Ella también se puso en pie y se acercó a la puerta.

- T-Te espero abajo... C-Creo que deberías cambiarte - rió ligeramente.

[FDI: Perdona la tardanza >____< Pensé que te tocaba a ti u.u]

La chica, que se había quedado bastante sorprendida por la reacción de Kazuo, se levantó de la silla y fue en dirección a la puerta.

- T-Te espero abajo... C-Creo que deberías cambiarte. - La chica rió ligeramente a lo que Kazuo se puso algo colorado, se miró así mismo de arriba abajo, era verdad, aún llevaba su pijama improvisado.

Tras ver como la chica salía de la habitación fue hacia la silla donde ya tenía la ropa preparada para cambiarse, pues hoy era el último día que estaría en ese hotel por lo tanto ya tenía las maletas preparadas desde la noche anterior. Se puso los pantalones y la camiseta, no sin antes cambiarse de ropa interior. Se colocó las bambas y guardó su pijama en la mochila, ya estaba todo listo para irse pero, de momento, lo dejaría todo a la habitación. Ahora iría a desayunar con esa chica que tanto le gustaba.

Bajó las escaleras del hotel y allí estaba ella, se quedó un segundo mirándola de lejos cuando ella aún no lo había visto bajar, se sonrojó y se dirigió hacia ella.

- ¿Vamos?. - Le preguntó sin perder la sonrisa. - Aquí cerca hay una cafetería, podemos ir allí mismo. - Propuso Kazuo.

Hitomi salió de la habitación tras dedicarle una sonrisa y bajó por el ascensor al vestíbulo. Resopló suavemente una vez dentro de aquella máquina y pulsado el botón. Se había puesto bastante nerviosa pero aún sentía los brazos del pelivioleta rodeándole. Si es que era tan dulce... Negó con la cabeza cuando vio su reflejo en el espejo del ascensor totalmente sonrojada. Cuando salió de éste, carraspeó y le esperó pues en el vestíbulo.

Se quedó con la mirada perdida hasta que Kazuo apareció con una radiante sonrisa.

- ¿Vamos?. - Le preguntó sin perder la sonrisa. - Aquí cerca hay una cafetería, podemos ir allí mismo.

- De acuerdo - contestó ella felizmente - ¿Me dejarás invitarte esta vez? - preguntó riendo ligeramente - ¿Qué desayunaremos esta vez? Algo más especial, que dentro de unas horas.. te vas - comentó algo apenada.

Los dos habían empezado ya a caminar hacia la cafetería y Hitomi se dejaba guiar.

- De acuerdo - Aceptó feliz - ¿Me dejarás invitarte esta vez? - Preguntó riendo ligeramente.

- De acuerdo. - Respondió repitiendo lo que la chica le había dicho anteriormente.

- ¿Qué desayunaremos esta vez? Algo más especial, que dentro de unas horas.. te vas - Comentó algo apenada.

- Uhmm... Me voy pero no será el último desayuno que tomemos los dos juntos. - Intentó animarla. Continuaron caminando unos pasos más hasta que Kazuo se paró frente a una cafetería. Miró dentro del recinto y observó que no estaba muy lleno. Abrió la puerta con una mano y con la otra hizo un gesto invitando a hitomi a entrar primero.

Se sentaron al primer sitio que pudieron.

- Bueno, - Empezó Kazuo a hablar. - ¿Que pedimos? Ya que me invitas tu dejo que me pidas lo que tu quieras para desayunar. - Posó sus manos sobre la mesa, mirando a la chica y esperando una respuesta suya.

Kazuo había aceptado la propuesta de Hitomi, de invitarle.

- Uhmm... Me voy pero no será el último desayuno que tomemos los dos juntos.
- Eso espero.. - comenzó en un susurro para luego sonreir.

Siguieron caminando hasta por fin llegar a la cafetería. Kazuo le abrió la puerta a Hitomi y ésta entró agradecida por el gesto. No tardaron en sentarse en el primero sitio que vieron.
Se sentaron al primer sitio que pudieron.

- Bueno, - Empezó Kazuo a hablar. - ¿Que pedimos? Ya que me invitas tu dejo que me pidas lo que tu quieras para desayunar.

Hitomi infló suavemente los mofletes y luego cogió la carta resignada.

- Jo, siempre me haces elegir a mí - pero luego rió divertida - ¿Qué te parece unas tortitas con helado de vainilla y sirope de chocolate? Más que italiano es medio francés - comentó aún con esa dulce sonrisa.

- Jo, siempre me haces elegir a mí - Se quejó tras coger la carta. - ¿Qué te parece unas tortitas con helado de vainilla y sirope de chocolate? Más que italiano es medio francés -Comentó con una sonrisa.

- Pues suena bien. - Dijo Kazuo con la vista puesta sobre la chica. - De acuerdo, pidamos eso. - Continuó con una sonrisa.

No tardó en llegar el camarero a nuestra mesa y entonces Hitomi pidió.

- Me ha gustado Venecia. - Empezó rompiendo el hielo. - Estos días que he estado por aquí he estado muy bien, y todo tan bonito... - "Especialmente tú" pensó Kazuo al tiempo que se sonrojaba.

- Pues suena bien. - respondió entonces - De acuerdo, pidamos eso. - añadió.

El camarero no tardó en llegar por lo que Hitomi pidió lo acordado más una botella de agua natural para los dos. Si luego querían un café lo pedirían, pero mientras tanto el agua nunca sentaba mal.

- Me ha gustado Venecia. - dijo Kazuo interrumpiendo el silencio que se había formado entre ambos, pues el barullo de la cafetería iba aumentando poco a poco - Estos días que he estado por aquí he estado muy bien, y todo tan bonito..

- La verdad es que sí... - comentó ella observando el tenue sonrojo del chico produciendo así que ella también se sonrojara de la misma forma.

Italia en si es preciosa, la verdad.

- T-Te... - tragó saliva - Te voy a e-echar de menos... Kaz - consiguió pronunciar antes de que el camarero posara la botella de agua entre ambos junto a dos vasos.

- T-Te... - La chica hizo una pausa. - Te voy a e-echar de menos... Kaz

Si el chico ya de por sí estaba sonrojado, ahora acabó de ponerse como un tomate. Él también la echaría de menos, y mucho. Kazuo se quedó bastante cortado, pues esas palabras le habían dejado en blanco.

- Y y-yo a tí... - Consiguió pronunciar con dificultad. Pero había lago que le removía por dentro... ¿Es que acaso no se volverían a ver? ¿Le echaría de menos porque no se vovlerían a ver? - Pe-pero nos volveremos a ver pronto, ¿no? - Preguntó preocupado.

- Y y-yo a ti... -

Esas palabras llenaron de golpe su corazón y sintió un gran alivio al pensar que él también la echaría de menos. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios pero cuando por fin levantó la vista del plato que estaba situado en frente de ella aún vacío, se dio cuenta de que Kazuo la miraba preocupado.

- Pe-pero nos volveremos a ver pronto, ¿no?

Cierto, Hitomi le había dicho sin pensárselo dos veces que sí que iría a verle. Sin embargo el dinero sería un poco el problema. Tenía bastante ahorrado y sabía que sería una oportunidad para sus conocimiento y estudios además de porque deseaba volver a verle con todas sus ganas pues aún no se había ido y ya sentía un inmenso vacío.

- E-Eso espero... - respondió - T-Te prometo que haré t-todo lo posible p-por estar en primera fila.

En ese momento dos platos decorados a la perfección se posaron en la mesa. Las tortitas tenían una pinta de muerte. Cuando fue a decir lo siguiente se dio cuenta de que desde que le había conocido no paraba de hablar Japonés, y eso era bueno porque así lo prácticaba con alguien que no fuera su padre.

- Itadakimasu...

http://www.hogaraldia.com/wp-content/Tortitas.JPG
También con nata y el sirope es de chocolate ;P

El chico no quitó la vista de Hitomi, esperab ansioso a que le dijera que se volverían a ver pronto.

- E-Eso espero... - Esas palabras aliviaron algo a Kazuo. - T-Te prometo que haré t-todo lo posible p-por estar en primera fila.. - Kazuo le sonrió

Bueno, solo que ella estuviese en la ciudad él ya haría todo lo posible porque estuviese en primera fila, siendo miembro del grupo no tenía ninguna dificultad en conseguir eso.

Al llegar los platos Kazuo los miró con los ojos abiertos. ¡Que pinta tenían!

- Itadakimasu...

- ¡Itadakimasu! . - Exclamó el guitarrista, y acto seguido se lanzó a comer.

Kazuo también le deseó buen provecho y comenzó a devorar aquellas tortitas. Hitomi rió en voz muy bajita, pues le alegraba que le gustase tanto aquel desayuno. No tardó en comenzar a trocear su tortita de forma discreta y tranquila, comiéndose poco a poco aquella deliciosidad para finalmente mezclar un poco le helado con la tortita a ver qué tal sabía. Y no estaba nada mal.

Tomó un sorbo de agua y mientras lo hacía, miraba a Kazuo con una mirada totalmente alegre y relajada, estaba feliz y por ahora.. era feliz.

Kazuo terminó antes que ella aquel desayuno de despedida y Hitomi se dio prisa en terminar con el suyo. Cuando así fue el camarero retiró los platos y ella por supuesto, pidió la cuenta.

- ¿Q-Qué quieres hacer l-luego? - preguntó tímidamente cuando el camarero se fue con los platos.

Esperaba que el peso de la decisión no volviese hacia a ella, pues ahora mismo quería ir a un sitio elegido por él, porque así sería especial.

Kazuo devoró las tortitas en un santiamén y luego se sirvió un vaso de agua para hechar un trago. Hitomi no tardó tampoco en acabar, tras ello pidió la cuenta y pagó.

- ¿Q-Qué quieres hacer l-luego?

Kazuo se frotó el mentón pensativo. Aún quedaba un rato para reunirse con el grupo y partir hacia Francia, su siguiente destino en la gira... ¿Donde podrían ir? En lo que no había duda era que quería pasar todo el rato posible con la chica antes de irse.

- ¿Que te parece si vamos a dar un paseo por el parque del otro día? . - Propuso Kazuo. - Es un buen lugar para pasear tranquilos... - Exacto, tranquilos, solo ella y él.

Kazuo parecía estar pensándolo detenidamente. Cuando volvió a posar su mirada en Hitomi, ésta sonrió.

- ¿Que te parece si vamos a dar un paseo por el parque del otro día? - propuso - Es un buen lugar para pasear tranquilos...

Hitomi asintió con la cabeza tras poner una alegre sonrisa.

- Me parece estupendo - dijo.

Se levantaron ambos de su sitio y salieron de la cafetería no tardando en coger rumbo hacia aquel parque. Hitomi sabía donde estaba a la perfección y le fue de guía a Kazuo quien parecía estar un poquillo despistado, cosa completamente normal por otro lado. Hitomi jugueteaba con las asas del pequeño bolso por el camino, pues estaba algo nerviosa. Cuando llegaron Hitomi observó el lugar, sentía que aquel parque era realmente hermoso y en especial hoy. Comenzó a sentir algo de tristeza, pasaría quizás mucho tiempo antes de volver a verle... Aunque si tenía suerte se verían dentro de muy poco. ¿Pero y si no se veían? ¿Y si no llegaban a verse hasta que la gira terminase?

Hitomi seguía andando junto a Kazuo, ambos en silencio y de vez en cuando comentando cosas totalmente carecientes de importancia para quel momento. Pero entonces Hitomi se paró de golpe y se quedó mirando al pelivioleta. No le salían las palabras pero sentía su corazón latir a velocidades tremendamente extremas.

La chica aceptó la propuesta de Kazuo y los dos se levantaron de su sitio para ir hacia el parque.

Kazuo, que andaba algo perdido, iba siguiendo a Hitomi pues ella era quien sabía donde se encontraba exactamente ese parque. Al llegar empezaron a caminar por los caminos que allí habían, rodeados de hierba, hasta que Hitomi se paró de golpe. El guitarrista se quedó sorprendido, ¿que pasaba?. Miró con curiosidad a la chica que, al mismo tiempo, ella le dirigía su mirada a él.

El chico que llevaba los brazos cruzados por detrás de su cabeza también se paró.

- ¿Que ocurre? . - Preguntó dudoso.

Kazuo también se había parado, y como era lógico y normal, se había dado la vuelta para mirarla, quitando la postura relajada que llevaba y bajando así los brazos.

- ¿Que ocurre? - preguntó al poco algo dudoso.

No obstante, Hitomi permaneció en silencio unos segundos hasta que finalmente sus pies comenzaron a caminar hacia a él con pasos cortos y tímidos que desde el primero se fueron volviendo más rápidos y largos hasta finalmente acabar por abrazarlo muy tiernamente por la cintura, hundiendo su rostro en el pecho del chico. No quería que se fuera, tenía un mal presentimiento...

" No te vayas "