Cyrano LeBlanc [Fox LeBlanc]

Datos Personales

Nombre: Cyrano
Apellido: LeBlanc
Sexo: Masculino
Fecha de nacimiento: 01/01/1948
Nacionalidad: Italiana
Altura: 198 cm
Peso: 90 Kg
Ciudad: Venecia

Padre: Tizziano LeBlanc (fallecido)
Fecha de nacimiento: -
Ciudad: Venecia
Madre: Margot Valauney (fallecida)
Fecha de nacimiento: -
Ciudad: Lyon (Francia)


Atributos

Poder: 3
Destreza: 4
Vigor: 3
Agilidad: 1
Negocio: 3
Piedra: 0 [Antiguo poseedor de la Piedra de los Espejos]

Aficiones:
- Estar en el taller trabajando
- Ópera y música clásica
- Boxeo
- Arte

Descripción Física:

Carácter: Es muy serio, tirando a gruñón ya que tiene un caracter demasiado fuerte. Suele ser tosco en sus maneras, y eso se nota incluso a la hora de tratar con el público puesto que causa un tremendo respeto (por la apariencia y su gravísimo tono de voz) aunque no deja de mostrarse amable con sus clientes. Sin embargo a pesar de su duro caracter, es una persona que se preocupa demasiado por su hijo, pero no puede mostrarse sensible en ningún momento para que Fox no encuentre flaquezas en una persona que debería servirle de apoyo. A pesar de ser rudo la mayor parte del tiempo, en muchas ocasiones llega a sorprender con intervenciones llenas de sabiduría.

Relaciones: Es el padre de Fox LeBlanc.

Disgustos: la Agencia (conoce su existencia aunque no le ha hablado de ella a su hijo, pero siempre está alerta aunque no lo parezca) , el abuso de poder , la neglicencia.

Historia: Cyrano LeBlanc es el fabricante de los espejos más bellos de toda Venecia. De hecho los LeBlanc siempre se han encargado de ello durante generaciones pues mantener el oficio familiar es importante ya que está relacionado con el poder de la piedra de los espejos. Además, cada portador de la piedra ha sido instruido en un arte especial de combate por si en algún caso debiera protegerla. Desde que la piedra cayó en manos del primer LeBlanc, el cometido de sus portadores es usar su poder para hacer el bien a favor de los menos favorecidos y hacerle la puñeta a los ricos opresores que se aprovechan de los pobres. Bajo la identidad de Mask DeMasque, cada primogénito de la estirpe cumplía con la secreta misión familiar (aunque Fox ha sido el primero en dar un rostro al famoso ladrón, existente desde hace varias generaciones)

Cuando era más joven, Cyrano LeBlanc se enamoró de Lucrecia, una bella mujer, esposa de uno de los altos cargos en Venecia. El amor le fue correspondido, y ambos idearon un plan para fugarse juntos y abandonar Italia para así comenzar una nueva vida. Sin embargo el marido de ella averiguó su adulterio y la asesinó, aunque gracias a su dinero y reputación consiguió que condenasen por el crimen a un sirviente suyo. Cyrano LeBlanc nunca pudo perdonarse a sí mismo el no haber protegido a su amada, y juró vengarse. A la semana siguiente, el cuerpo del marido apareció degollado en su dormitorio, frente a su enorme espejo…
Desde entonces Cyrano se negó a volver a usar la piedra, pues había usado su poder para cometer un crimen y no la merecía. Pasaron los años y él ya había tomado consciencia de que nunca tendría descendencia, pues jamás llegaría a amar a ninguna mujer que no fuese Lucrecia. Pero sus suposiciones eran erróneas, pues un buen día apareció un chiquillo desamparado en una góndola, y desde que lo vio supo cual sería su destino.

Lo instruyó no sólo como su aprendiz a la hora de fabricar espejos y dominar el arte en general, si no también en el arte marcial del kick-boxing. Fue muy duro con el chico, pero la recompensa del trabajo fue la piedra de los espejos cuando Fox cumplió 15 años. Le enseñó su uso y desde entonces la estirpe de los LeBlanc y su cometido, volvieron a emerger del olvido.

Objetivo: Velar por la seguridad de su hijo, y vigilar que no cometa ningún error pues aunque parece que le da libertad, siempre está al tanto de lo que hace Fox. Al margen de eso, es totalmente devoto a su oficio, el de hacer espejos, aunque también hace algún que otro trabajo como herrero o carpintero, siempre y cuando el pedido entre en un plano artístico.