Primer concierto, primeros nervios [15 de Mayo]

Un enorme escenario había sido montado en aquel grandioso y espectacular Coliseo. Había sido dispuesto con un fácil acceso, además perfeccionar mejor las entradas por acumulamiento de gente habría en unos instantes. Todo estaba perfecto de arriba a abajo, las gradas también habían sido ligeramente reformadas, para que el público se sintiera muy agusto y ésto, ya no era como antiguamente, nada de categorías bajas. Eso sí, los más ricos e importantas, gozarían de las mejores plazas, así que quizás... No estuviera todo tan cambiado después de todo. El barullo era lo único que podía escucharse aparte de algunos gritos locos por parte de los fans que no paraban de gritar el nombre del grupo. Los focos estaban apagados, por lo menos los principales, sólo algunos independientes alumbraban el lugar para no permanecer en completa penumbra pues eran las diez de la noche, y el concierto había sido previsto a las y media y como era habitual en el grupo, no empezaría ni un minuto antes, ni un minuto después.

El grupo estaba rodeado por gente del personal que se encargaba de maquillarlos y prepararlos una y otra vez. Los intrumentos permanecían afinados a la perfección, el volumen de los intrumentos concordaba con el micrófono con la misma minucia y perfección que el afinamiento de cada uno de los nombrados. Nada saldría mal, un primer concierto en el lugar, unos primeros nervios. El grupo se había reunido, y yo... Procuraba no mostrar muchos nervios. Aya como siempre, iba de muy buen humor y deseándonos suerte a todos con ese brío que siempre portaba encima impreso. Kazuo seguía con su habitual sonrisa pícara y chulesca. James... Bueno... James miraba hacia otra parte y parecía totalmente relajado, en su puesto, como siempre, sin prestarle mucha atención al resto de las personas... No, todavía no habíamos hablado. Gerhad tan serio como siempre... Pero con una media mueca en sus labios, viendo como yo perdía los nervios y comenzaba a mirar hacia todos los lados. Apareció Adrian indicándonos en las plataformas en las que teníamos que ponernos para subir al escenario. Vaya... que apareceríamos por el suelo, algo nuevo para el grupo pues no lo habíamos hecho antes. Había sido todo montado para nosotros exclusivamente ¿cuántas molestias habríamos causado? Mejor no saberlo. James portaba su guitarra eléctrica en mano y Aya lo mismo con su respectivo instrumento, el bajo. Los demás, tendríamos que colocarnos, pero no demasiado pues habíamos sido dispuestos de tal manera que no tuviésemos que movernos apenas. James y Aya permanecían a mi lado, Aya a la izquierda y James a la derecha. Kazuo estaba en diagonal y Gerhad al fondo, como era típico en el batería, aunque no permanecería nadie desapercibido pues un gran foco nos iluminaría a cada uno. Y yo... yo... Yo estaba en el medio, al frente, delante de todos aquellos ojos y oídos que deseaban oirnos ya.

Las diez y veintinueve.

Las luces se habían apagado por completo, los gritos no podían ser más altos por parte del público y ya cada uno estaba en su sitio. Miré hacia detrás unos segundos, sonriéndoles a todos y guiñándoles un ojo para luego ver como Aya me alzaba un pulgar. Suspiré y entonces, comenzaba a oirse un "¿todo listo?", "sí, listo", "pues vamos a allá". Las plataformas comenzaron a subir a la vez que un humo se apoderaba por completo del escenario. Nuestras siluetas aparecieron en el lugar, provocando aún más gritos por parte de los fans. Unos focos aparecieron de repente, alumbrándome a mí primero y luego a la vez al resto del grupo. Los gritos que inundaron el lugar fueron todavía mayores, una sonrisa se dibujó en mis labios y la vergüenza comenzó a apoderarme. Pero cerré los ojos, todos con los pinganillos puestos por cualquier cosa y... ahora tocaba lo bueno. Miré ligeramente hacia detrás cogiendo el micro con fuerza, esperando a que James diera la salida con un sonoro guitarreo y con esta salida que no tardó en llegar, comenzó el espectáculo.

Los instrumentos sonaban perfectos y mi voz, estaba mejor que nunca. Cerraba los ojos de vez en cuando para dejarme llevar aún más por la situación. Dedicaba sonrisas pues eran totalmente espontáneas para el momento.

[FDI:
- Si hay algún problema con la fecha, sólo decidlo y la cambiaré enseguida.
- La canción, podemos abrir una multi o algo por el estilo y elegirla, o sino, dejar volar la imaginación.
- Si he movido algún personaje de forma inadecuada, editaré ^^.
- Supongo que primero tendrían que postear los miembros del grupo y si acaso luego, los demás pjs del foro.
- Por lo demás...¡que empiece el espectáculo! ]

[FDI:][Personaje no Jugable: Gerhad Leizer]

[DDI:]

Debía admitirlo: estaba algo nervioso. Al fin y al cabo, aquel era uno de los mayores conciertos que darían en lo que llevaban tocando juntos. Todo el Coliseo estaba lleno de sus fans que inundaban completamente el lugar con sus gritos y vítores. Parecía como si toda Roma en peso estuviera allí, esperando por ellos. Por suerte para Gerhad, su gélida e inmutable mirada y expresión facial se mantuvieron constantes, por lo que no se le podía denotar nada.

Contempló a Katsumi mirar hacia todos lados, lo cual aumentó ligeramente su nerviosismo aunque, como siempre, no lo mostró. En un minuto aquella plataforma levadiza los situaría en el escenario, en medio de toda esa gente que estaba ansiosa por verlos y escucharlos tocar, por cantar y tararear sus canciones que, de seguro, se sabrían de memoria.

Ese minuto fue el más corto de su vida; enseguida la plataforma comenzó a subir con ellos encima, preparados para comenzar a tocar en cuanto el foco les iluminase. Y así fue; cuando la luz blanca los iluminó, Gerhad se situó tras su batería y se preparó para la señal de James. Ésta no tardó en llegar, por lo que todo el grupo comenzó a dar lo mejor de sí, amenizando el lugar y haciendo saltar al público de emoción.

Siguiente parada: Roma.

Primer concierto en Italia de la gira y, como no, en Roma, la capital.

Ya llevábamos allí un buen rato con los últimos preparativos, entre colocar los cables, afinar los instrumentos, la asignación de posiciones y las últimas pruebas de luz se nos había pasado el rato volando. En todo ese tiempo de preparación, no paraba de asomarme, cada dos por tres, para ver como se iban llenando las gradas, hasta que me llamaron para arreglarme... No se que querían arreglar de mi aspecto: ¿Gomina? ¿Sombra de ojos? ¿Purpurina? Bah, de eso me podía escaquear sin problema y dudaba que Adrian tuviese nada en contra.

Mis compañeros se mostraban como siempre, ya les conocía: Katsumi nerviosa, Aya feliz, James pasota, Gerhad indiferente y yo... pues bastante emocionado. Recordaba las palabras de Adrian, "Chicos, sobre todo dar lo mejor de vosotros" y tanto que lo daríamos... lo mejor y más.

Los gritos de la gente que nos esperaba ya se escuchaban con claridad, aún faltaban minutos para salir allí a dar guerra y los fans ya estaban ansiosos por vernos actuar. "Ánimo" me repetí para mi mismo mientras mis compañeros se dirigían a sus respectivas plataformas, una manera de entrar al escenario que no me acababa de convencer... pero si la manager lo decía, todos a obedecer!

Poco a poco ese aparato iba elevándose, miré a mi alrededor, a todos mis compañeros que ya estaban preparados y supuestamente motivados. Mi dedo pulgar se alzó representando un "Ok" a Adrian para mostrarle que estaba todo en orden... y... ya estábamos al escenario!

James empezó a dar su guitarreo mientras el foco iluminaba a Katsumi, después todos fuimos iluminados para empezar a tocar como grupo profesional que éramos.

El primer concierto de la gira comenzaría en apenas unos minutos. Con los nervios a flor de piel, James estaba sentado en un taburete de plástico, hundiendo su rostro entre sus manos. Suspiraba una y otra vez, intentando calmarse. ¿Por qué estaba tan alterado esta vez? De acuerdo, era la primera vez que tocarían en su gira mundial, pero había... algo más. Y, sin embargo, cuando salió de su camerino su rostro era el de siempre: una expresión de pasotismo esbozada mediante su mirada azul y sus labios serios.

Se reunió junto a los demás, guitarra en mano. Estaba como una moto, pero exteriorizaba lo mejor que podía una actitud relajada. Nada podía perturbarlo, y así debían verlo los demás. Por eso no los miraba, porque si compartía cualquier tipo de contacto, sabía que terminaría contagiándose. Pero aún así, podía notarlos a todos, esa era la sintonía del grupo. El entusiasmo de Kazuo, la energía de Aya, la inexpresividad de Gerahd y... el encanto de Katsumi. Hizo grandes esfuerzos por no mirarla, por mucho que su cabeza quisiera girar a su izquierda.

De pronto, las luces se apagaron. Su corazón comenzó a latir a mil por hora, y más aún cuando sintió cómo la tarima en la que se encontraban comenzaba a subir... hasta que se alzó en el escenario. Tan solo sus siluetas provocaron chirridos y silbidos de emoción hasta que los focos iluminaron a Katsumi en todo su esplendor. Y entonces comenzó el momento de gloria.

James sabía que todos esperaban su señal, el primer rasgueo de su guitarra para que empezase el concierto. Pero sus ojos habían necesitado un momento para captar la imagen de su amiga, tardando en reaccionar. Por fin el subidón le recorrió la espina dorsal y...

- ¡VAMOS! - bramó, rozando la púa contra las cuerdas de su guitarra.

El bramido de su instrumento tronó por todo el Coliseo, y los demás fueron entrando a su debido tiempo. James daba todo de sí mismo a cada puntada, motivado por la voz de su musa.

¡Concierto! ¡Por fin, por fin! ¡Por fin iba a tener lugar su primer concierto! Después de todo el ajetreo de los últimos días, entre los ensayos y la presión, lo cierto es que todo había merecido la pena. Aya tenía tal sobredosis de adrenalina que no dejaba de corretear de un lado para otro, ofreciendo su ayuda a cualquiera a pesar de ser una de las estrellas de la noche. Apenas lograba mantenerse inmóvil cuando la maquilladora y la peluquera intentaban prepararla, pero por suerte el look de la pelirrosa siempre era bastante estrambótico, y esta vez no fue para menos.

Una vez lista, Aya salió disparada para encontrarse con los demás, y Adrian le indicó dónde debía ponerse, en la tarima. Con el bajo en la mano, la joven miraba hacia todos con una radiante sonrisa en sus labios. Gerahd, al igual que James, se mantenía completamente distante, sin lograr que la emoción y los nervios lo perturbase. Eso no le importó a la bajista, aunque de todas formas buscó refugio en los ánimos de Kazuo y, por supuesto, en la sonrisa de Katsumi. Se le notaba nerviosa, y Aya le levantó el pulgar en señal de valor.

- ¡Todo va a salir bien! - aseguró, con una voz suficientemente fuerte como para que lo oyesen todos.

Entonces la tarima comenzó a elevarse hasta que aparecieron sobre el escenario. Los gritos de la gente, las luces, el humo... todo sucedía muy rápido pero a la vez, muy despacio, como si aquel instante fuese a quedar grabado en su memoria para siempre. Habían dado muchos conciertos pero aquel... aquel era el primero de su gira mundial. Y Takumi estaba allí, con ella, observándola y animándola.

La guitarra de James marcó el inicio del concierto, y Katsumi no tardó en comenzar a cantar con su melodiosa voz. Aya entró con su bajo en el debido momento, al igual que los demás. Esa noche, no sabía por qué, tenía la sensación de que todos lo estaban haciendo mejor que nunca.

Entre la multitud de fans adolescentes y jovencitos enloquecidos saltando y gritando ante el comienzo del concierto había dos personas que destacaban como una palmera en el artico. Un era un hombre de más de 50 años, vestido con traje y con un globo en la mano derecha con una foto de uno de los miembros del grupo, tenia sobrepeso pero restando la barriga parecía un hombre con la constitución de un toro. A su lado estaba un hombre mas bajito y mucho menos ancho en todos los sentidos, con gafas de sol y una mano delante de la cara como intentando taparsela. El hombre más mayor hablo entre el ruido de la música y los gritos de los fans.



Pensavo che volesse fare illusione, E 'questa la musica della gente della vostra età non? Ultimamente non facciamo nulla padre-figlio e il mio consigliere mi ha detto che si desidera eu. È davvero non si vuole che l'fumetto? Pensé que te iba a hacer ilusión, ¿Esta es la música de la gente de tu edad no? Ultimamente no hacemos nada padre-hijo y mi consejero me dijo eu esto te gustaría. ¿ De verdad no quieres el globo?

No, padre, non voglio il fumetto. Così è stato detto Luca che mi si mettono gli occhi bendati, mentre qui a darmi una piacevole sorpresa eh? Forse anche voi avete detto che cosa il mondo? No, padre, no quiero el globo. ¿Así que fue Luca quién te dijo que me trajeras aqui con los ojos vendados para darme una agradable sorpresa eh? ¿También te dijo lo del globo?
Uno de los fans de detras estaba saltando enloquecido por el directo de su grupo favorito y le clavo los codos en la espalda a Geovanny, que se giro claramente molesto.

Sì, ho detto che volete, se ti dà vergogna non dovrebbe essere così. Non vi è nulla di vergognoso per trascorrere una giornata padre-figlio, siamo stati in contatto con soccombente dato che Venezia sinistra per mantenere le questioni familiari, e questo è un vero peccato Si, me dijo que te gustaría, si es porque te da verguenza no debería ser así. No tiene nada de vergonzoso pasar un día padre-hijo, estabamos perdiendo el contacto desde que te fuiste a Venecia a llevar los asuntos de la familia allí, y es una pena.

Geovanny pensó que a la vuelta a la mansión tenía que mantener una ''divertida'' conversación con Luca, se estaba regodeando en su imaginación en lo que podía hacerle cuando el mismo tio le dio otro codazo.

No, padre, non è su questo punto. Potrebbe anche smettere di trattare me come se fosse un bambino? No, padre, no es por eso. ¿Podrías dejar de tratarme como si aún fuera un niño?

Un tercer codazo casi le hace perder las gafas de sol entre el tumulto, derrepente el chico enfervorizado se metio sus propios dedos en los ojos con un grito.

Non posso fare a meno di trattare è come un bambino quando è ancora comportandote come uno, è che le sono stati, come di nuovo mi hanno a che fare qualcosa di simile quitártela. Ho sentito che ultimamente ci sono stati alcuni sospette sparizioni per la vostra zona, mi auguro che essi cessano di accadere ... No puedo dejar de tratarte como un niño cuando sigues comportandote como uno, se que has sido tú, como vuelvas a hacer algo parecido tendre que quitartela. He oido que ultimamente ha habido algunas desapariciones sospechosas por tu zona, espero que dejen de ocurrir...
Pensó '' Cuando dices que has oido es, Tom me ha dicho...'' Se padre ... cercare di vedere ciò che è accaduto. Si padre... intentare ver que es lo que ocurrió.
È caldo con così tante persone ... Vuoi un drink? Hace calor con tanta gente...¿Quieres un refresco?
No padre, la ringrazio. No padre, gracias.

Don Constanza le miró con ojos de cordero degollado, lo cual tiene un efecto especialmente demoledor cuando mides casi dos metros y te acercas a los 60 años. Se le debian estar acabando sus estrategias de ''buen padre'', nunca se le había dado muy bien criarle.

Ok ... sì, ora mi cominciano a essere sete, mi apetecería una bibita ... Esta bien... si, ahora empiezo a tener sed, me apetecería un refresco...

Don Vitto sonrio y le encasqueto el globo mientras desaparecia entre la multitud diciendo ''ahora vengo Gio'', había olvidado ya la ultima vez que sus padres le habían llamado Gio, y había estado muy feliz con ello, al menos no le había pellizcado la mejilla....por ahora. En dias como este se había llegado a plantear deshacerse de su padre, si no fuera porque si su padre fallece en circustancias sospechosas podrían quitarle la piedra. Y la piedra era lo más importante. Miro el globo un momento, había una chica pintada en el que no sabía quien era, vio que en efecto el que sujetaba el globo era él. Se planteo que quiza podía hacerse una cuartada infalible.

Pol estaba en Roma, intentando ampliar el “negocio” familiar, no es que le haga mucha gracia esa clase de asuntos, pero bueno era bueno que poco a poco se expandan un poco y no encerrase tanto y de paso tiene unas vacaciones, quien dice que no se puede mezclar placer con los negocios.

Pol no sabia que hacer, mando un SMS a Minerva diciendo donde estaba a ver si hay la casualidad que tenga algún caso por aquí y así encontrase pero siempre se pone en lo peor.

Busco un poco a ver que podía hacer y casi todo el mundo hablaba de un tal concierto de un grupo nuevo pero muy prometedor, de tanto escucharlo le pico la curiosidad y aunque era imposible encontrar una entrada siempre había algún amable reventa con buenas entradas aunque claro el precio es algo superior del oficial, pero no es ningún problema para el.

Había un buen ambiente y el sitio estaba arrebatar, no es que le moleste mucho pero siempre agradecería tener un mini ariete a motor, para aparte a la gente y poder al menos caminar sin dar empujones.

Pero a pesar de tanta gente y del precio, había valido la pena, ya que tenía que admitir que el grupo era muy bueno y las competentes femeninas del grupo no están nada mal, pero seguramente saldrán con alguno de esos chicos y seria un sueño imposible.

(FDI: gracias por la invitacion y ese vicio al urban rivals)

Cantaba con muchísimas ganas y energía. Había quitado el micrófono de su sitio para poder desplazarme cómodamente por el escenario, poniéndome varias veces junto a Aya sin poder evitarlo. También me acerqué hacia Kazuo y luego volví hacia el centro. La primera canción había terminado y los focos se habían apagado dado por finalizada ésta, aunque poco a poco se fueron encendiendo. Un saludo en un italiano bastante practicado había salido de mis labios para saludar a todos los italianos aunque por supuesto, también pronuncié el saludo en inglés y por supuesto, japonés.

Hice una breve traducción de nuestro tema en el mismo italiano practicado y en inglés para luego comenzar a cantar. Esta vez era Gerhad quien daba la señal desde la batería. Todo sonaba realmente bien y yo no podía estar más motivada.

Comenzaron entonces a tocar las guitarras junto al bajo, había una pequeña introducción de instrumentos y luego llegaría la letra de la canción, mientras disfrutaba de la melodía que sonaba estupendamente. Una nota en concreto guitarra y por supuesto el rimo hizo que comenzase a cantar posando de nuevo el micrófono en su sitio para no moverme tanto como antes.

[FDI: Para los del grupo, el que quiera narrar que se empieza otra canción es libre de hacerlo ^^]

Minerva llego al concierto enseño la invitación que le había llegado y la dejaron pasar, en la invitación no le ponía quien se la había enviado pero bueno eso no fue molestia para ella ya que vio que Pol le había mandado un sms al móvil diciendo que estaría allí en el concierto, Minerva le contesto que si que estaba entrando en el coliseo a un que ya había empezado el concierto.
La chica fue apartando la gente para que a si pudiera llegar mas adelante ya que el coliseo estaba lleno a no poder más, al llegar la chica la canción se había acabado a si que aprovecho para pasar más rápido entre la gente, porque sabia que si empezaban a tocar la gente iba a saltar como locos.
La chica se fijo en el grupo del escenario y se quedo un poco con la boca abierta, mientras pensaba: Pero si a esa chica y esos chicos yo he hablado con ellos en los jardines no pueden ser los mismos.
Al decir eso el grupo hizo la intención de tocar la siguiente canción.

Como ocurría cada vez que tocaba, James se dejaba llevar totalmente por la música. Se rendía al cien por cien a su guitarra, convirtiéndose ambos en uno solo. Sus dedos rasgaban sus cuerdas a una velocidad vertiginosa, mientras que la voz de Katsumi envolvía toda la zona. El concierto estaba a rebosar de fans, que cantaban a coro con ella. Sin duda en esos momentos uno se sentía orgulloso de ser quien era. Se estaba en la gloria, te admiraban. .

La canción de introducción terminó, y la primera oleada de aplausos inundó el Coliseo. Con la respiración acelerada, James observó a aquella multitud que se había concregado para disfrutar de su música. El corazón se le encogió por la impresión, aunque cuando le tocó saludar al nombrarlo Katsumi, alzó su guitarra en alto, sujetándola con la mano izquierda. Unos chillidos respondieron a su saludo.

Así hicieron todos, hasta que Gerahd inició la siguienta canción tras unos toques de platillo. El rubio no tardó en introducirse cuando le tocaba, y una vez más lo dio todo junto a su instrumento.

Como era de esperar llegue tarde al concierto, nada más llegar el taxi me dejo justo en la entrada cosa que agradecí muchísimo ya que estaba muy llena enseñe la entrada en taquilla, una entrada "VIP" que mando Kazuo a nuestros padres, pero al no poder ir me pico la curiosidad como seria ir a uno de sus conciertos y allí estaba yo en Roma en la Plaza del Coliseo viendo a mi hermano tocando en una banda. Había mucha gente apenas se podían oír desde el final ya que la gente cantaba las canciones con ellos, avance entre la gente como pude ya que todo el mundo hacia lo que querían y bailaban con todo el mundo.
Pude llegar hasta el escenario donde vi a mi hermano Kazuo saque la cámara y empecé a hacer fotos como me había dicho mi madre, era demasiado protectora luego intente gritar a mi hermano.

Kazuo! Kazuo! estoy aquí!!! Kazuo!

Pero parecia que no me podía oír o alo mejor se pensaba que era una de sus fans llamándole, y claro no le había dicho lo de mi cambio de look creo que no me va a reconocer, mejor espero a que acabe el concierto.

Miro de reojo que su padre volvia con dos refrescos pidiendo educadamente el paso mientras caminaba sin demasiada dificultad entre la multitud, pedir educadamente el paso no es lo mismo que esperar a que se aparten, pero nunca hay que perder las buenas costumbres.

Miro la ruta de escape más proxima, Geovanny no sabía si aguantaría una o dos horas más de día padre-hijo, por lo menos en una cena podía dar charla insulsa sobre la calidad de la comida o del restaurante. La idea no le agradaba, atravesar el pogo de gente bailando, pero si conseguia pasarlo entre el tumulto su padre le perdería de vista.

Usó el poder de su piedra`para que un chaval que estaba al lado suyo pasase por delante esperando que él recibiese la mayor parte de los impactos. El plan fue bien hasta que alguien le dio un codazo en la cara y le rompio las gafas de sol. Tardo unos instantes en localizar al tipo que le había dado un codazo, y unos segundos más en ver como el tipo se tiraba al suelo en el centro del pogo donde la gente le piso sin darse cuenta para luego intentar ayudarle a incorporarse.

había cruzado hasta la 2º fila del concierto, alli habia tanta gente apegotonada que era imposible que su padre le viese, se dio cuenta de que aún llevaba el globo, según podía apreciar llevaba la foto impresa de la bajista. Lo solto y dejo que se elevase entre la multitud hacia el cielo. Contemplo sus gafas rotas, no le gustaba que la gente viera el color de sus ojos, podian ser lentillas pero aún no conocia nada sobre los poseedores de piedras y podia ser una clave para descubrirle. Se echo el flequillo sobre la cara para intentar hacerlos menos visibles. Con la oscuridad y el pelo esperba que sus ojos ambar brillante pudieran pasar por un color miel extraño.

Inicio del concierto: perfecto.

Me había equivocado en un par de acordes pero si apenas se dieron cuenta mis compañeros, el público aún menos, ellos solo cantaban y saltaban imbuidos por la música.

Antes de empezar la segunda canción, Katsumi hizo un breve saludo a todos los que se encontraban allí, estos, no paraban de aplaudir, pues querían escucharnos más y nosotros, por supuesto, no les íbamos a dejar con las ganas. Miré toda la marea de gente que estaba delante nuestro esperando a que diésemos lo mejor de nosotros, habían centenares de personas, aún así no estaba para nada nervioso. Con guitarra en mano, un guiño de ojo salió de mi rostro en forma de saludo aunque solo las primeras filas pudieron apreciarlo.

El repiqueo de la batería de Gerhad hizo que me preparase para iniciar la segunda canción, esta si que la haría perfecta, ninguna equivocación y una sincronización al máximo con mis compañeros. Y gracias a tener el cable de la guitarra bastante largo pude moverme más por el escenario, sobre todo hacia Aya y James. Todo salió perfecto.

El público estaba totalmente entusiasmado, y Aya sentía crecer la emoción cada vez que todas aquellas personas cantaban al unísono junto a Katsumi. Estaban sonando muy bien esa noche, y por supuesto todos estaban dando lo mejor de sí para hacer que el primer concierto de su gira mundial fuese memorable. Ella se mantenía en su posición, dándole caña a su bajo, sonriendo a Kazuo y a Kat-chan cuando pasaban a su lado, ya que era los únicos que se movían en torno al escenario.

Un globo con su rostro en él apareció flotando sobre el escenario, revoloteando unos instantes antes de seguir su camino hacia lo más alto. Aya rió y siguió tocando, entregándose totalmente a ese momento.

Otra estupenda canción, sí señor. Todos tocábamos con el corazón poniendo todo de nuestra parte. No pensaba que los nervios se fueran a esfumar tan rápidamente, por lo menos por mi parte. Sonreía a la vez que cantaba y hasta fruncía el ceño por meterme de lleno en la canción. El público no paraba de gritar nuestros nombres y saltar como locos al ritmo de la música. No obstante, y a pesar de querer seguir tocando durante mucho más tiempo, llegó el deseado descanso para todos. Ya habíamos tocado unas cuantas canciones y sí, nos lo merecíamos la verdad.

Las luces se apagaron dejando una oscuridad casi perfecta. Una luz por parte de los colaboradores nos indicó por donde teníamos que abandonar y así hicimos. No tardamos en ir a una habitación bastante amplia trasera en la cual me desplomé sobre uno de los sillones mientras aceptaba una de las botellas de agua que nos habían tendido a todos.

- ¡Todo está saliendo perfecto! Sonáis genial chicos. - dije mirando hacia a Aya y demás, pasando fugazmente la mirada por James creo que aún... No podía.

Estaba en primera fila, espectante a que diera comienzo el show. Los gritos de la gente eran bastante estruendosos e inaudibles para él pues al hablar tantos miles de personas a la vez era imposible entender lo que decían. Pero tampoco le interesaba saberlo, ahora centraba toda su energía y su atención hacia el escenario, esperando para poder enfocarlas hacia una determinada persona...

Y ese momento no tardó en llegar. El grupo apareció en escena, siendo iluminados por los focos y provocando que el público enloqueciese. Takumi inmediatamente centró su vista en la bajista: su novia Aya. A partir de ese momento, sus ojos no pudieron apartarse de ella, estaba completamente hipnotizado viendo cómo tocaba su bajo con entusiasmo y total entrega hacia sus fans. Escuchaba las canciones que iban tocando, apreciándolas pero aún centrando su atención en aquella mujer de cabellos rosados.

Cuando el descanso llegó, se apresuró en dirigirse hacia el backstage, pues tenía un pase especial para poder hacerlo. Al entrar en la amplia sala sus ojos buscaron a Aya, aunque saludó igualmente a todos los integrantes de la banda.

- Buenas. - alzó la mano para acompañar el saludo - Lo estáis haciendo muy bien, los tenéis impresionados. - añadió con una sonrisa.

Fue entonces cuando se dirigió hacia Aya y la tomó por la cintura para darle un suave beso en los labios. Le sonrió cálidamente.

- Estás preciosa. - susurró.

Al final era cierto. Aquellos rumores que circulaban se habían vuelto realidad, una verdad absoluta. En efecto, existía aquel grupo de música tan famosa y quien estaba allí de cantante... Era ella. Compró las entradas a las prisas para ir a verla, se situaría en el público, era imposible que pudiese verlo desde el escenario, pero imposible. Y a menos que todos los del grupo fueran casualidad, que lo dudaba mucho, no era dinero perdido pues además se había enterado de que tocaban bastante bien.

Cuando el grupo salió al escenario Kyo la reconoció al instante, viendo luego a su mejor amiga Aya entre los componentes. ¿Quién más había? ¿Kazuo? ¿Ese no era jefe del pub Black Japan? El mundo es un pañuelo. Había dos que el chico no lograba reconocer. Uno de ellos era el batería y el otro... ¿De qué le sonaba? Siguió mirando con aquel interés puesto en aquel chico hasta que por fin lo reconoció. Era el estudiante de intercambio que el padre de ella había aceptado alojar en su casa. Lleguó a verlo mucho con la pelirrosa antes de partir sin dar explicaciones.

Cuando llegó el primer descanso suspiró. No había sentido tantos nervios en su vida y eso que no era él quien estaba cantando ante millones de personas. Pero ahí estaba él, entre el público y ya se le ocurriría alguna forma de poder verla, de hablar con ella o estar mínimamente cerca. Ella no lo reconocería a él, eso seguro. Había cambiado mucho, tanto física como mentalmente. Quería saber de ella, perdirle las disculpas necesarias y sobre todo... Saber cómo estaba.

Allí se encontraba el famoso violinista, entre el público intentando pasar desapercibido aunque, a parte de que nadie lo iba a reconocer con la enorme euforia que tenían por el grupo, no solían reconocerlo al ir vestido normal pues no solía llevar siempre traje y corbata, como cuando tocaba el violín.

[FDI:][Personaje no Jugable: Gerhad Leizer]

[DDI:]

Todo marchaba estupendamente: el público estaba eufórico (al igual que ellos, en realidad) y la performance que estaban realizando era perfecta. Tocaron una canción tras otra hasta que llegó el primer descanso de la noche, con lo que el grupo abandonó el escenario entre vítores, aplausos y gritos de sus fans. Cuando llegaron al backstage, Katsumi fue la primera en desplomarse sobre uno de los sofás, aunque Gerhad no tardó en imitarla. Bebió un largo sorbo de aquel agua embotellada que le dieron para luego buscar un cigarrillo entre sus bolsillos. Encendió éste y le dio una calada mientras observaba a los demás integrantes.

Pronto una persona más hizo acto de presencia en aquella sala; el novio de la bajista. Él no dijo nada cuando Takumi los saludó y felicitó, aunque sí lo miró. También vio el beso que le daba a Aya aunque no pudo evitar apartar la vista disimuladamente. Se recostó cómodamente sobre aquel sillón y cerró los ojos para descansar un poco.

La primera parte del concierto fue genial no podía parar de hacer fotos y de estar orgullosa de Kazuo en eso me parecía a mama.
Entre en el backstage con el pase que envió Kazuo a casa, havia mucha gente pero mi hermano era fácil de ver.

Kazuo!!! Hermanito cuanto tiempo!!!! No sabes cuanto te he echado de menos! Me a encantado el concierto no sabes cuantas fotos os he echo!.

No pude evitar decir las cosas un poco chillando como una loca pero la emoción me supero, le di dos besos y Kazuo se quedo parado ya que mi cambio era un cambio un poco radical pero bueno ya se acostumbraría a eso.

La canción acabó al mismo momento que las luces que nos iluminaban fueron apagadas. El público gritaba eufórico y yo, antes de irme al backstage para hacer un descanso, levanté las dos manos dejando la guitarra colgando de mi cuello gracias a la correa para animarles aún más... aunque ahora deberían tener paciencia, pues a los artistas nos tocaba hacer un breve descanso.

Entré junto con mis compañeros a la sala donde nos ofrecieron una botella de agua que no tarde en abrir y vaciar en pocos tragos, pues si que tenía la garganta un poco seca y no me iría nada mal hidratarme un poco. Katsumi y Gerhad se dejaron caer en el sofá debido al cansancio, les miré durante unos segundos con intención de hacer como ellos pero pronto cambié de opinión, pues no podía relajarme, ¡estaba demasiado animado!

No tardó en llegar Takumi que, obviamente, se fue directo a Aya después de un saludo general.

- ¡¡Ey!! . - Le saludé animado.

Miré en general a todos los que se encontraban allí, en especial a Adrian, por si quería comentar algo del concierto, si debíamos mejorar algo o simplemente animarnos. Alguien habló y no precisamente quien esperaba...

- Kazuo!!! Hermanito cuanto tiempo!!!! No sabes cuanto te he echado de menos! Me a encantado el concierto no sabes cuantas fotos os he echo!.

Mis ojos rojos se abrieron como manzanas, las manzanas más grandes que nunca había visto nadie. Me giré poco a poco, hasta vera mi hermana... Se acercó a mí bastante emocionada y me saludó con dos besos. Estaba bastante parado, pues no me la esperaba encontrar, aún así, la sorpresa me gustó. Me alegraba verla.

- Vaya... yo te recordaba rubia. - Bromeé. Me quedé miriándola durante unos segundos para, de golpe, darle un fuerte abrazo. - ¡Que pasa pequeñaja!. - Dije para acompañar el abrazo.

Habían tocado varias canciones, pero a pesar de todo el tiempo se le había pasado volando. Las luces comenzaron a jugar entre ellas, enfocándolos con diferentes colores, hasta que se fueron apagando tenuemente. El escenario se sumió en una oscuridad absoluta, pero aún así podían escucharse las exclamaciones de los fans. ¡Era fantástico! Aya jamás recordaba un concierto con tanta expectación.

Unas luces, visibles sólo para ellos, les indicaron el camino al backstage. Katsumi fue la primera en desplomarse en uno de los cómodos sofás, y Aya lo habría hecho a toda prisa sino estuviese esperando a cierta persona. Le había dado un pase VIP a Takumi, por lo que seguramente estaría de camino para verlos a todos. ¡No podía esperar para abrazarlo!

- ¡Todo está saliendo perfecto! Sonáis genial chicos.
- ¡Sí señor! ¡Se sale! ¿Los habéis escuchado cantar? ¡Yo por poco no me...! ¡¡Ta-kun!!

Aya se olvidó completamente de lo que iba a decir y se lanzó directamente hacia los brazos de su chico, quién le plantó un suave beso en sus labios. Su sonrisa llenó a la bajista de alegría, volviendo a estrecharla hacia sí con fuerza. Sus mejillas se sonrosaron tras el tenue susurro de Takumi, y ella alzó la mano para acariciar con suavidad una de las mejillas del joven.

- Te quiero...

Se puso de puntillas y le dió un nuevo beso, cargado de cariño y deseo. Se alegraba tanto de tenerlo allí... sobre todo porque se suponía que durante toda la gira Takumi iba a estar en Japón. Suerte que gracias a la huelga... ¿No había terminado aún? Él llevaba ya casi un mes en Roma, ahora que lo pensaba. Estaba tan contenta porque la acompañase que no había pensado más allá de lo que significaba su presencia allí. Sin embargo... ese no era el momento de pensar en esa clase de cosas.

Una jovencita entró también en la sala, y después de lo que estaba diciendo, parecía ser la hermana de Kazuo. Aya sonrió, alegre de que se volvieran a encontrar. Aún así, no pudo evitar mirar a Katsumi y a James, notándose a la legua la distancia que había entre ellos. ¿Qué les estaba ocurriendo?

Sintió con fuerza cómo tronaba el último rasgueo de su guitarra antes de que las luces se apagasen, lo que indicaba que el momento del descanso había llegado. James no había notado lo exausto que estaba hasta que pudo deternerse a pensar en otra cosa que no fuese el sonido de los intrumentos, y la voz de Katsumi. Fue el último en abandonar el escenario tras sus compañeros, y tampoco tardó en sentarse en uno de los cómodos sofás que habían dispuesto en el backstage. Agradeció la botella de agua que le ofrecía uno de los organizadores, dándole un profundo trago.

- ¡Todo está saliendo perfecto! Sonáis genial chicos.

A pesar de las palabras de ánimo de la chica, James notó a la perfección cómo esquivaba su mirada, y solamente la suya. Chascó la lengua, molesto, pero nadie pareció darse cuenta pues precisamente en ese instante Takumi entraba en la sala, acercándose a Aya. Otra chica apareció por ahí, y aunque al principio el australiano pensó que iba a ser una fan loca, resultó que era la hermana de Kazuo. Qué cosas, si apenas se parecían... aunque él no iba a juzgar eso en ese momento.

¿Qué demonios le pasaba a Katsumi? ¿Acaso iba a estar así hasta que le llegase el final de sus días? ... ¡B-bah! ¿Y a quién le importaba? ¿A él? ¡No! Si tenía su guitarra, estaría feliz en cualquier parte, ¡y si así no aguantaba niñatadas mejor!

Suspiró pesadamente y se acarició la sien, dándose cuenta entonces de que Aya lo estaba mirando. Automáticamente el guitarrista apartó la vista de la de su compañera. Ella... ella siempre lo calaba.

- Te quiero... - le susurró Aya.

Y sin darle tiempo a responderle, le dio un cariñoso y placentero beso que lo llenó de euforia. No se arrepentía para nada de haberse cogido unas pequeñas vacaciones, pues podía estar con ella aunque fuera de descanso en descanso.

Cuando sus labios se separaron, Takumi vio cómo Aya observaba el lugar y a los presentes, deteniéndose especialmente en James, el guitarrista. Seguramente le pasaría algo, y probablemente por eso tuvieron aquella charla sobre mujeres en el hotel de Venecia. Fuera lo que fuese, estaba claro que no se le había pasado... En fin, mejor ceñirse al propósito de aquella "reunión": el descanso.

- Dime, ¿has recibido muchas cartas de admiradores pervertidos hoy? - bromeó para intentar quitar tensión de los hombros de su chica.

Aya fue la primera en responder animadamente aunque pronto entró su novio, Takumi y me pareció totalmente normal que su anteción dejara de centrarse en el grupo. Hacían una pareja tan perfecta... Todavía recordaba el comienzo y a Aya muerta de nervios cada vez que quedaba con él, en el fondo es tímida a pesar de tener esa apariencia de extrovertida, que también lo era ¿eh? Todo hay que decirlo. Volví a darle otro sorbo a aquella botella, cuando una chica de cabellos azulados entró. Por sus palabras parecía ser la hermana de Kazuo, pero... estaba bastante cambiada. Seguro que Kaz se alegraría de verla, pues siempre echaba de menos a sus seres queridos, tanto amigos como familia, y se le notaba mucho. Eso hizo que mi mente pensase en mi padre... ¿Qué tal estaría? Hacía tiempo que no hablaba con él... ¿Le iría todo bien? Seguro que andaría ocupado con alguna obra de teatro o musical...

Como siempre. Gerah seguía en silencio a mí lado como pasando de todo, como siempre hacía. A veces se me hacía difícil, como ahora, empezar una conversación con él aunque había algo que me intrigaba... Pero ya se lo sacaría otro día, pues hoy los nervios estaban a flor de piel, por lo menos en mí y por varias cosas. Se me hacía raro no hablar como antes con James pero había aprendido la lección... Además estoy harta de que todo lo diga sin pensar en las consecuencias, y encima de forma brusca... Como aquella noche... ¡Baka, baka, baka! Y encima la noche en la que quería hablar con él, no me había abierto la puerta... ¡Pues bien! ¡Ya no me importa!

Suspiré y me levanté, largándome de allí y observando por otro lado la cantidad de gente que había, se habían serenado y ahora comían como bárbaros comprando comida en los chiringuitos que se habían dispuesto. Me quedé apoyada en una de las barras metálicas, mirando hacia ninguna parte.

Total...

Las entradas con pase VIP le habían llegado inesperadamente por correo, y Fox apenas podía creer que la cantante de "the Fifth Element" hubiese tenido el detalle de acordarse de él. Lo cierto es que desde el encontronazo en el hotel, aún inexplicable, no había sabido nada de la muchacha y por eso le había sorprendido aquella insólita y agradable invitación. No tardó en descolgar el teléfono y llamar a Étoile para invitarla, sin estar demasiado seguro de si esa clase de música era del gusto de la violinista. Sin embargo su respuesta fue afirmativa, y aunque pudiera estar en Roma en apenas unos segundos, Fox no tuvo más remedio que irse en tren con su amiga.

Llegaron a Roma por la tarde, por lo que estuvieron dando un agradable paseo por la ciudad antes de entrar al concierto. Estaban bastante cerca del escenario cuando el espectáculo empezó, y sin duda alguna el grupo se estaba entregando al máximo. Cuando el descanso llegó, Fox le indicó a Étoile que lo siguiese al backstage, donde podrían hablar con los artistas, aunque él iba específicamente a hablar con Katsumi.

La encontró después de mirar con detenimiento, algo apartada de los demás. Con un gesto le pidió a su acompañante que lo esperase un minuto, y entonces se acercó a la pelirrosa, apoyándose junto a ella en la barra.

- ¿Qué tal estás... Katsumi? - dijo con un tono alegre, y mirándola con una sonrisa.