No tenías por qué (Katsumi. los demás pedid permiso)

(29 de abril, durante el baile)

James salió de los salones Berlucci a pesar de que los guardias casi no le dejaron por tener toda esa comida entre las manos. Por suerte uno de ellos, parecía ser fan del grupo, pues al tener que decir su nombre rápidamente se hizo a un lado incitándolo a abandonar el lugar. El rubio se encogió de hombros y siguió a lo suyo. No se le daba bien entender a los demás, así que poco le importó las reacciones de los guardias. Lo importante era que tenía su comida, y punto.

No tuvo que caminar mucho, no sólo porque Katsumi no se había tomado muchas molestias en alejarse si no porque esa noche era inconfundible con ese llamativo traje rojo. Se acercó a ella por detrás, situándose al lado suyo, aunque con la vista al frente. Se quitó su máscara y la posó sobre la barandilla.

- ¿No deberías ser tú la que me diese la máscara? Odio es manía tuya de escaquearte cuando no deberías - soltó.

Salí calmadamente aunque algo desganada. Bueno, simplemente quería coger algo de aire, tanta gente me había hasta mareado... Pero no sólo era la gente. Me quedé junto a la barandilla, perdiendo mi vista completamente en cualquier cosa que viera a estas horas. Un coche, más gente entrando, un perro que olisqueaba vete a saber qué. Bueno, eso poco importaba ahora mismo. De todas formas empezaba a tener algo de frío, no es que acostumbrara a ir con este tipo de trajes.

Unos pasos se oyeron detrás mía y esperaba que no fuera así, porque era lo último que quería. Una máscara se posó en la barandilla, de reojo vi que era la de James, y antes de que empezara a hablar no pude evitar suspirar levemente para luego sonreir en señal de que no me ocurría nada.

- ¿No deberías ser tú la que me diese la máscara? Odio esa manía tuya de escaquearte cuando no deberías

¿Pero se puede saber porque estaba siendo tan brusco? ¿Qué mosca le había picado?

- No me he escaqueado, simplemente quería tomar aire y como Kazuo iba contigo pues le di la caja, para que te la diera.

Aparte de eso, se había portado como un antipático, últimamente estaba muy raro, pero para qué preguntarle si sabía de sobre que no me contestaría.

- No me he escaqueado, simplemente quería tomar aire y como Kazuo iba contigo pues le di la caja, para que te la diera.

- Pues podrías habérmela dado tú, antes de irte, ¿no?

Suspiró con resignación y apoyó ambos codos sobre la barandilla, dejando la máscara en medio y la caja a un lado, con cuidado para que no se callese. A sus espaldas se oía aún la música que provenía del interior de los salones, y la gente entraba armando escándalo. Definitivamente, él sería el único que no estaba emocionado con ese evento.

- No tenías por qué comprarme la máscara de todos modos - añadió al cabo de un tiempo - Pero al menos no es rosa.

Sí le había sorprendido bastante que acertase, pero estaba claro que jamás lo diría.

- Pues podrías habérmela dado tú, antes de irte, ¿no?

P-pero James...

Hubo un pequeño silencio, dejando oir simplemente la melodía de fondo y el barullo de la gente.

- No tenías por qué comprarme la máscara de todos modos. Pero al menos no es rosa.

- Aunque fuera la última que quedase en la tienda no te la compraría rosa - dije mirándolo de reojo con sorna - O quizás si... De todas formas, la primera máscara que compré fue la tuya, creo que me pegué desde que nos anunciaron el baile buscándola. He de reconocer que me costó bastante encontrar algo que sólo pudieras llevar tú... No sé, que te identificara. Por eso las máscaras de Kinjiro y Kazuo son mucho peores, que también lo reconozco...

¿Estoy hablando demasiado? Seguramente le aburriría.

- Por cierto, vale que te pregunté varias veces si vendrías... Pero no si no querías venir porque esto no es lo tuyo, sabes que te hubiera dejado tranquilo... - suspiré - No es que me guste ver que te lo estés pasando mal.

¿Y por qué tantas explicaciones? Él no le había pedido ninguna, ni mucho menos una máscara. Además, ¿por qué tantas molestias? Seguramente porque sabía que de todos, él era el más despreocupado de todos y por tanto el que tenía menos sentido de la elegancia. Pues bien, si tanto se avergonzaba de que pudiera hacer el ridículo se pondría la condenada máscara. Total, sólo cambiaba el color. O casi.

- Por cierto, vale que te pregunté varias veces si vendrías... Pero no si no querías venir porque esto no es lo tuyo, sabes que te hubiera dejado tranquilo... No es que me guste ver que te lo estés pasando mal.

- Empecé a impacientarme cuando me lo preguntaste por tercera vez - respondió - Además, al final han venido todos, y no me iba a quedar como un primo en el hotel.

Suspiró una vez más y contempló el reflejo de la luna en el agua, cuando una silueta pasó "volando", frente a ella. Automáticamente alzó la vista, pero allí no habría nada. Habría jurado que alguien había saltado, pero tenían que haber sido imaginaciones suyas. Bajó la vista otra vez y cogió su máscara de metal, y la sostuvo un instante entre sus manos.

- Ya no la necesitaré - dijo, y la lanzó al agua.

- Empecé a impacientarme cuando me lo preguntaste por tercera vez. Además, al final han venido todos, y no me iba a quedar como un primo en el hotel.

El suspiro de James hizo que se me erizara la piel y sintiera un frío enorme. Quizás hoy no lo aguantaba como otras veces, hoy estaba distinto, pero bueno no había de que preocuparse, no.. no importa. De repente su vista se alzó hacia el cielo, lo que hizo que yo también lo hiciera. ¿Qué habría visto? Volvió a bajar la vista y cogió y máscara de metal sosteniéndola entre sus manos.

- Ya no la necesitaré - dijo para seguidamente lanzarla al agua.

- ¡P-pero qué haces! - dije mirando como se hundía cada vez más.

Vale, la había tirado seguramente para ponerse la mía pero.. de esa manera no, porque no podría soportarlo.

- No - dije cogiendo la caja - Si también te la vas a poner por obligación, pues no lo hagas, porque no la compré para que la sustituyeras por la tuya. La compré porque quise.

James se encogió de hombros ante el histerismo de Katsumi. Había aprendido que su actitud pasota era lo mejor en estas ocasiones. Además, él hacía lo que le daba la gana, tanto si se trataba de tirar una máscara al mar como de pasear desnudo por la plaza. Bueno, eso último no lo haría.

- No - dijo Katsumi cogiendo la caja antes de que él pudiese hacerlo - Si también te la vas a poner por obligación, pues no lo hagas, porque no la compré para que la sustituyeras por la tuya. La compré porque quise.

- Vale - respondió en un tono despreocupado, como si no le estuviese haciendo caso.

Con la misma le arrebató la caja de las manos y la abrió, sacando la máscara. Se la puso y dejó la caja sobre la barandilla.

- No puedo entrar sin máscara, son las reglas.

- Vale - respondió con su habitual todo pasota.

Seguidamente me quitó la caja de las manos para luego ponerse la máscara que estaba dentro, que... le quedaba perfecta.

- No puedo entrar sin máscara, son las reglas.

Sus palabras hicieron que abriera los ojos sorprendida. ¿Por qué no podía decirme si la máscara le gustaba o no? ¿Por qué tenía que responder de una forma tan brusca? Noté como mis ojos iban a comenzar a humedecerse cuando cuando lo impedí sonriendo durante unos segundos, pero luego no dejé que se viera el daño, sino más bien lo cabreada que estaba ahora mismo, aunque seguramente, conociéndome sabría como estaba, o no.

- ¿Se puede saber que te pasa? - dije quitándole la máscara de un movimiento rápido y metiendo la mano entre el elástico y ésta para que quedara segura pues había quedada enrollada - Vuelvo y te repito que si no querías venir, pues lo siento, te pido disculpas por haber sido una pesada, yo no lo seré más. Y no pienso permitir que uses la máscara como escusa para entrar, que es ya lo que no comprendo, si no te gusta el baile, haber tirado la máscara y que no tengas ninguna ahora es una escusa perfecta para irte, ¿por qué no te vas si tanto odias este lugar?

Claro que quería que estuviera aquí, claro que quería que se quedara, hasta bailar con él, que sería algo imposible, pero lo último que quería es que estuviese aquí por obligación. Si quería marcharse era libre de hacerlo, claro que sentiría algo triste, pues seguramente luego llegaría Kinjiro y sería "bonito" que estuviera todo el grupo, pero si se marchaba no habría problema alguno, claro que... yo no quería que se marchase.

James ya había empezado a andar de vuelta hacia los Salones Berlucci cuando Katsumi pareció estallar. El chico no se giró para mirarla, pero paró para escucharla hasta que dejó de hablar. Otra vez con sus boberías. O le daba muchas vueltas a las cosas y éstas le afectaban demasiado, o le gustaba pasar un mal trago antes que uno bueno. Es decir, se había puesto la condenada máscara y había ido al baile. ¿Qué más quería?

- Sabes que no me gusta repetirme, pero lo haré para que te entre en tu cabecita: "No puedo entrar sin máscara, son las reglas" - dijo - Si te quieres quedar fuera allá tú, pero yo ya hice lo que debía.

Dicho esto volvió a reanudar el paso, sin mirar atrás, y entró en los salones.

- Sabes que no me gusta repetirme, pero lo haré para que te entre en tu cabecita: "No puedo entrar sin máscara, son las reglas". Si te quieres quedar fuera allá tú, pero yo ya hice lo que debía.

No se había ni dado la vuelta y encima había vuelto a andar. ¿Quién se creía? ¿Acaso yo le estaba hablando así? ¿Por qué actuaba de esa manera. Quizás me arrepentiría de lo que iba a hacer, pero me daba ahora todo absolutamente igual. Caminé hacia a él sin dar un paso en falso a pesar de tener tacones puestos, y por las tablillas del puente dado que James todavía no lo había abandonado. Le agarré por el hombro y al girarlo le arrebaté la máscara, mirándole así de una forma completamente dolida y a la vez enfadada. ¿Qué cojones le pasaba? Sí, lo que quería era lanzar la máscara al canal como él había hecho con la otra, pero ¿por qué no podía hacerlo? ¿Por qué derrepente aparecían lágrimas en mis ojos sin yo poder evitarlo? Sí, así fue. Lágrimas comenzaron a recorrer pronto mis mejillas, y la máscara se deslizó por mis dedos.

- ¿P-por.. q-qué? - dije con una respiración entre cortada.

No dejé que respondiera, simplemente comencé a andar con un paso precipitado, como si corriera, hacia... hacia ningún lado. Simplemente no quería no volver al baile, ni verle más esta noche.

[FDI: A menos que la detengas, Katsumi abandona el gran canal.]